SÓLO CON AMOR NO BASTA

Hace unas semanas, un amigo mío, tras una conversación con alguien a quien echaba de menos, me decía: “al parecer, sólo con amor no basta. Si sólo el amor no es suficiente para estar con alguien, me vas a decir tú a mí qué es lo que se necesita”.

Estas palabras han despertado mi post de hoy. Máxime, en estas fechas en las que el amor está en boca de todos.

Hoy, tengo el firme convencimiento de que, efectivamente, el amor por sí solo no es suficiente para mantener una relación de ningún tipo. De hecho, yo misma le comentaba a mi amigo, que él mejor que nadie debería saberlo y que yo misma lo había comprobado en varias ocasiones.

Amar es complejo, pero recibir amor aún más, porque si además de estar bien claro que podemos elegir a quien querer, pero no podemos elegir a quien nos quiera, para colmo, lo que ni con toda la intensidad de este mundo podemos elegir es cómo nos quieran.

Es decir, cuando por fin te acercas a esa persona por la que peleas, todavía te queda la batalla más difícil de ganar: que te quieran como tú deseas ser querido.

Si ya era complejo lograr el amor, mucho más lo es que ese amor nos llene de satisfacción día a día.

Y de ahí la máxima que reza: como quieres que te quiera si cuando quiero que me quieras, no me quieres como quiero que me quieras. Lejos de ser un simple trabalenguas, está cargado de sentido. Date unos segundos para leerlo y analizarlo despacio. Es la sentencia que rige cientos de relaciones. Al final, el amor en sí, no es el problema. Es la forma en que yo lo percibo. Y, por desgracia, ya sabemos lo complicado que es, en sustancia, el entendimiento humano. Estamos tan llenos de malentendidos que amarse acaba volviéndonos locos a todos. Ya lo decía una conocida canción: amar es el comienzo de la palabra amargura… (Mecano, 1991)

No estoy tratando de romper una lanza a favor del desamor, lo que intento es abrir los ojos a una de las grandes paradojas del destino. Y aquí, me vienen dos argumentos a la cabeza. Uno está relacionado con el hecho aislado de que el amor por si solo es insuficiente y otro, con la cuestión que venimos debatiendo acerca del cómo queremos que nos amen.

Hablando de la insuficiencia, podemos analizar un millón de razones que apoyan la causa. Por ejemplo, el amor de pareja sin sexo no sirve. El amor sin apoyo ni comprensión es inútil. Querer mucho sin desear está vacío. Amar rodeado de dificultades económicas y familiares es una lucha sin cuartel, etc.

Respeto al cómo, tiene que ver con la forma. Creo que todo el mundo se despierta algún día preguntándose ¿cómo me quiere la persona que tengo a mi lado en la cama aún durmiendo? Me quiere como a esa compañía necesaria, como a su mitad indisoluble, como quien acompaña sus conversaciones y hobbies… En ocasiones, llevamos tanto tiempo buscando un tipo de amor idílico, tan inmersos, que no valoramos la forma de querer de la otra persona.

Así, otra conocida canción rezaba:

Era feliz en su matrimonio

Aunque su marido era el mismo demonio

Tenía el hombre un poco de mal genio

Y ella se quejaba de que nunca fue tierno

Desde hace ya más de tres años

Recibe cartas de un extraño

Cartas llenas de poesía

Que le han devuelto la alegría

(…)

Quién la escribía versos dime quién era

Quién la mandaba flores por primavera

Quién cada nueve de noviembre

Como siempre sin tarjeta

La mandaba un ramito de violetas

Y cada tarde al volver su esposo

Cansado del trabajo la mira de reojo

No dice nada porque lo sabe todo

Sabe que es feliz, así de cualquier modo

Porque él es quién le escribe versos

Él, su amante, su amor secreto

Y ella que no sabe nada

Mira a su marido y luego calla

(…)

(Cecilia, 1974)

Desde pequeña, oyendo la letra de esta canción, siempre sentía rabia interior. Me parecía una historia triste e injusta, pero al mismo tiempo bella e interesante. Quizá incapacidad para hacerlo de otro modo, pero también puede que sea una forma de mantener pasión en el otro.

Al fin y al cabo, hay personas ahí fuera que nos aman y que tienen su particular manera de demostrarlo. Hoy todos debemos aprender a valorar más lo que nos dan y menos el cómo. Hoy, es un buen día para dejarte amar sin más…

CADA.

P.D.: FELIZ NAVIDAD AMIGOS/AS!! Espero que el amor auténtico de vuestros seres queridos llene esos corazones y no permita ningún vacío.