ESTAR CONECTADO A TRAVÉS DE LA CASUALIDAD (¿O CAUSALIDAD?)

Hoy escribo desde un estado un poco distinto al que lo he hecho semanas atrás. De alguna manera podríamos decir que más conectado. La causa tampoco importa demasiado, lo importante de lo que nos sucede es el efecto que creamos en nuestra vida y en la de aquellos que nos rodean.

El caso es que últimamente he tenido distintas y variadas experiencias que tienen que ver con lo que normalmente llamamos la casualidad. Muchas tradiciones son las que dicen que la casualidad no existe, porque nunca sabemos adónde nos llevarán nuestros pasos.

No quiero entrar en ese tipo de disquisiciones, que por otro lado no me parece que conduzcan a ningún sitio pero…¿Podemos utilizar esas casualidades de la vida para tratar de ser más felices?¿Hay algo que podamos hacer para manejarnos con mayor flexibilidad y placer? Intentaré contestar a estas dos preguntas.

Existe un requisito previo para disfrutar de las casualidades y es no tomarse las cosas demasiado en serio. Por decirlo de una manera gráfica dejar que las circunstancias fluyan a través de nuestra vida, dejando un hueco para la sorpresa y por qué no, para la creatividad. Vivir en cada instante sin pensar en más allá de lo que hacemos ahora pero también dejar que la vida nos sorprenda.

Este requisito previo se consigue a través del abandono de las expectativas. Hace un tiempo alguien me contó la siguiente anécdota: Esta persona, un chico, hacía poco que se había inscrito en cierto grupo. Al poco tiempo apareció una chica con la que entabló fácilmente conversación, detectando que había un sentimiento mutuo de comprensión. En la siguiente reunión, quedaron para tomar algo juntos. pero la sensación de complicidad se había esfumado. Según pude averiguar más tarde, esas dos personas no tomaron nada. En realidad, sentados a la mesa de una típica taberna, se encontraron la impaciencia y la culpa, una frente a la otra. Y es que en vez de disfrutar tranquilamente de la conversación y un par de vinos, el uno se dedicó a evaluar si quien tenía enfrente podía ser la mujer de su vida y la otra sólo trataba de defenderse de los continuos ataques seductores de aquel.  Hay un tiempo para sembrar y otro para recolectar, difícilmente cosecharemos nada que no hayamos sembrado antes. Así que lo mejor es respetar cada tiempo y circunstancia.



Una vez abandonadas las expectativas estamos en disposición de aceptar las sorpresas de la vida, aunque para ello tenemos que dejar a un lado las prisas y las urgencias propias del reloj. Tenemos que permitirnos cierta dosis de placer únicamente porque sí. Evidentemente todos tenemos responsabilidades. Lo que no es sano es dejar que responsabilidades autoimpuestas nos conduzcan, como autómatas de un lugar a otro, sin ser conscientes de nuestros pasos porque no hacemos nada más que pensar en lo que haremos cuando lleguemos. Entre dos puntos hay muchas experiencias intermedias, si nos permitimos vivirlas todas, el camino será mucho más entretenido y gratificante. Está claro que no batiremos ningún récord, pero al fin y al cabo, la vida no se mide en segundos sino en vivencias, de lo contrario se llamaría tempura y hasta donde yo sé eso es sólo una técnica culinaria japonesa.
Probablemente la confusión radica en nuestra concepción de la responsabilidad. Tenemos la idea de que ser responsable significa dejar de lado nuestros intereses. Pero la responsabilidad implica concentrarse en lo que estoy haciendo y hacer exactamente lo que hago, sin distraerme con lo que voy a realizar dentro de una hora. Responsabilidad implica decidir hacer lo que hago aunque podría hacer cualquier otra cosa, pues aunque no me gusta lo que realizo, sus consecuencias me benefician.

Al asumir esta concepción de responsabilidad me responsabilizo también de mis emociones, mis gustos, mis perezas, mis miedos y mis angustias. Me responsabilizo de mi vida completa, de mi tiempo de ocio y de mi trabajo, de mis tiempos en soledad y mis momentos de compartir, de mi inspiración y también de mi expiración. Y sobre todo, me permito a mí mismo cambiar el guión que yo mismo he establecido para mi vida y que en vez de un guión se ha convertido en una cadena.

Tras el ejercicio de flexibilidad responsable, promover y disfrutar las casualidades implica cierta dosis de inocencia, entendida como la capacidad para sorprenderse ante todas las experiencias. Si la vida se constituye de instantes, respetar cada uno de ellos es fundamental para valorar y honrar nuestra vida. No es sólo disfrutar el momento, sino adoptar una postura de aceptación de cada uno de esos momentos. Estoy aquí, estoy ahora, estoy en el sitio que tengo que estar, haciendo lo que tengo que hacer para ser lo que tengo que ser. De pronto, comenzamos a encontrarnos con personas que nos guían, regalos inesperados, sorpresas maravillosas, encuentros insospechados y en medio de toda esa magia cotidiana, nos damos cuenta de la cadena de causalidades que nos traen la felicidad, porque ya vivimos instaurados en ella y el corazón se sabe contento, capaz de exclamar:

¡Bendita casualidad que me trajo a este lugar!

Os deseo una semana repleta de benditas causalidades

Un fuerte abrazo para tod@s

EDU

8 comentarios:

  1. Tengo una moneda sobre el escritorio.... porqué no cae hasta el suelo?

    Podriamos explicarlo causalmente: el escritorio esta debajo de la moneda, y él evita que la misma caiga hasta el suelo.
    Pero... la moneda podría perforar el escritorio y caer. Así que si la moneda no alcanza el suelo, es solo por casualidad.
    No sé si es necesario agrupar todos lo que nos ocurre como casualidades o causalidades, como si no hubiera nada intermedio... ni más allá, pero lo que está claro es que la dicotomía casualidad-causalidad...me da que pensar!

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    1. Casualmente podríamos decir que la cadena de causalidades es demasiado larga como para relacionar el primer eslabón con el último. Por eso en ocasiones, hechos que parecen independientes están entrelazados por corrientes invisibles, pero rastreables. Un abrazo, amig@ anónim@. EDU

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  2. Muy buen post , como siempre!! Yo me quedaría con la siguiente frase: "Estoy aquí, estoy ahora, estoy en el sitio que tengo que estar, haciendo lo que tengo que hacer para ser lo que tengo que ser". Algo que parece tan simple, se presenta como un verdadero fin (algo así como hacer aquello para lo que la naturaleza nos creó). Sin embargo, que es lo que nos impide vivir el momento, aceptarlo sin más?

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    1. Muchas gracias!! Como siempre!! Da gusto contar con seguidores así. Creo que había un post acerca de vivir el momento en el archivo del blog. Contestar a tu pregunta no es sencillo, me ha tomado un trabajo serio de introspección contestarla para mí mismo y no sé si servirá para todos. CADA decía el otro día que es cuestión de perdonarse a sí mismo, puede ser ese el hilo de la madeja...¿No crees? Perdonarse y permitirse simplemente ser...Un abrazo enorme. EDU

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  3. Porque es tan complicado vivir " el aqui y ahora " ? ...
    Pienso que el problema mayor es que el hombre lo quiere todo controlar, planificar y esta todo equivocado. los regalos de la vida ocurren cuando uno menos se espera. El escritor Jean de la Bruyère decia : Los niños no tienen ni pasado, ni porvenir , gozan del presente, cosa que nosotros logramos muy poco. Quisas tendriamos que encontrar de nuevo el niño que duerme en nosotros para que la vida pueda realizar toda su magia ...

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    1. Querid@ amig@: Muchísimas gracias por tu comentario! Me apunto la cita pero sobre todo ese encontrar el niño que duerme en nosotros...Una frase para el recuerdo. En alguna ocasión ya he escrito sobre recuperar la ilusión infantil y su recuperación, así que estoy completamente de acuerdo contigo. Ojalá todos realicemos esa magia de la vida. Un abrazo enorme. EDU

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  4. "Todo lo que nace proviene necesariamente de una causa; pues sin causa nada puede tener origen"(Platón).
    Gracias por tu "compartir", ciertamente el secreto de una vida en paz consigo mismo, y con todo lo que de ello se deriva, pende del hilo consciente de la grandeza de las pequeñas cosas... de la vivencia escondida en lo no evidente... del aliento palpitante que se respira en la atención de cada instante. ¡Qué gozo, qué dichoso es el que encuentra el sendero de donde proviene todo, transita el cauce del manantial de la vida, y descansa sereno en el mar de la paz.
    Un abrazo a tod@s.

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    1. Muchas gracias por tu comentario!!Efectivamente el manantial de la vida se realiza a cada instante y en cada instante nace el germen de la paz. Gracias a ti por seguirnos. Un abrazo. EDU

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