ENTRE EL CIELO Y EL INFIERNO...TÚ


Con estos días de pan y circo que estamos viviendo, uno no puede dejar de pensar en lo voluble del ser humano, al menos de sus emociones. Viendo las eliminatorias de la Eurocopa (sin saber aún si España va a clasificarse para la final) me ha dado por pensar en la cantidad de sentimientos encontrados que se dan lugar sobre el césped y las gradas. Caras de felicidad extasiada en una parte de la afición, mientras al otro lado el desconsuelo siega con su guadaña incontestable las ilusiones de tantos seguidores.

Al día siguiente, la tortilla bien puede darse la vuelta y mandar para casa a quien ya se creía vencedor. ¿Y después? Pues nada…Volvemos a nuestros trabajos o a nuestra espera de encontrarlo, a nuestras actividades cotidianas, a nuestro ocio habitual…Desde cierta perspectiva, uno podría pensar que no merece la pena tanta emotividad incontrolada. ¿Estamos seguros? Yo al menos no del todo.

Reconozco que soy de esos muñecos que saltan y gritan y se abrazan con desconocidos y a veces incluso (pocas, eso sí), se acuerda de los familiares directos de los árbitros durante los eventos deportivos, pero con el paso de los años he aprendido a vivir intensamente los noventa minutos de juego, tratando de relativizar tanto el éxito como el fracaso y eso me lleva a una reflexión un poquito más seria.

Podríamos sentir la vida como si de un partido de fútbol se tratara, al fin y al cabo, por mucho que nos esforcemos en más casos de los que nos gustaría, no somos más que espectadores esperando a que alguien ajeno consiga anotar un gol. En otras (la mayoría, es cierto) podemos incluso sentirnos como el delantero de turno, protagonistas de la final de nuestra vida. Suceda lo que suceda el mundo no se va a detener para esperarnos. Tras una eliminación o tras levantar un trofeo esperado, hay nuevas metas que conseguir, nuevos rivales que batir y nuevos compañeros con los que acoplarse.

¿Qué nos puede enseñar esto? Pues que no hay mal que cien años dure ni felicidad que lo aguante. Así pues, dejarse llevar por una euforia pasajera es un buen recurso, sólo si conseguimos mantener la perspectiva suficiente como para saber que tras cada instante de gloria, vendrá otro y otro y otro más y no sabemos si saldrá cara o cruz en ese envite. Disfrutar las circunstancias tal cual vienen, dejándose llenar por la vida concentrada en cada instante, reconociendo que tras el fin de la circunstancia concreta no merece la pena anclarse a ella.

Reconozcamos que siempre habrá un señor que sople un silbato y nos mande a la caseta. Reconozcamos que lo que no hagamos durante estos noventa minutos, que en este caso es lo que sea que estemos haciendo, lo que no disfrutemos estos noventa minutos, los abrazos que nos perdamos, los gritos que dejemos escondidos en la garganta, no tendremos ocasión de hacerlo más
 Foto: as.com
Sin embargo, más allá del carpe diem aparente, me gustaría enfatizar hoy la estabilidad emocional necesaria para no dejarse arrastrar ni por la euforia de la victoria ni por el desánimo de la derrota. Afortunadamente, en nuestra vida los grandes campeonatos no se juegan cada cuatro años, sino cada vez que nos levantamos de la cama. Siempre tenemos una oportunidad de recrearnos, repensarnos, reactulizarnos para levantar una copa de oro y diamantes, pues este es el verdadero valor de la existencia.

La estabilidad emocional que anuncio no supone ser una persona fría o falta de emotividad, al contrario, ser estable supone disfrutar las emociones como vengan. Lo que sucede, como ya he escrito en otras ocasiones, es que a veces nos pasa como a los comentaristas, que nuestros partidos duran incluso años después de haber abandonado el césped. Puede que hoy estemos recordando una victoria grandiosa o una dolorosa derrota y creo que ahí radica el principal obstáculo. El recuerdo puede suponer un gran aprendizaje, pero también puede encadenarnos y más vale seguir viviendo, lo que tenga que ser.

Además hay otra cuestión importante, quedar anclado en el pasado, aunque sea reciente, nos confunde de tal forma que tendemos a la comparación entre distintas situaciones y lo que es aún peor, entre distintas personas. Cuando comparamos, lo que estamos haciendo realmente es relacionarnos con una imagen irreal que llevamos en la cabeza. La vivencia auténtica sólo puede provenir del corazón, dejando que nos penetre el olor a tierra húmeda, la alegría en la risa de un niño, los vívidos colores de un nuevo amanecer, la inconfundible frescura del agua del mar en las mañanas estivales…La vida está para gozarla, no para pensar sobre ella, buscando ecuaciones que no hacen más que complicar lo que en principio es sencillo como simplemente estar.

Por eso, más allá de los resultados obtenidos, os invito a adentraros en el proyecto de vuestra vida. Os invito a ser uno con todas las circunstancias que os acontezcan y os invito, especialmente, a compartir con aquellos más cercanos, todas las alegrías y las tristezas (espero que pocas) que os asalten, pues no sabemos cuándo sonará el silbato.

No hay derrotas que duren para siempre, pues hay un partido que jugar en cada instante y por mal que se pongan las cosas, es un consuelo pensar que cualquiera, puede remontar en la siguiente jugada.

Feliz semana para tod@s y un abrazo enorme

EDU

¡A POR ELLOS!

Una de las cosas que más agradables resultan de estar participando en cualquier competición deportiva es pasear por las calles y ver banderas españolas colgando de ventanas por toda la geografía.

Es muy agradable sentir la unidad y encontrarnos que, a pesar de los momentos de crisis, hay algo que mantiene al país hermanado.

Como ejemplo, cabe mencionar el intenso fin de semana que se ha vivido en Valencia.

Para empezar, la selección española de fútbol volvió loca la noche del sábado asignándose un muy merecido pase a semifinales.

La playa valenciana se vistió de gala ofreciendo celebraciones con motivo de la festividad de San Juan. Las hogueras cubrieron de humo el cielo levantino.

Pero ese humo se disipó a cargo de los motores el domingo por la mañana. Alonso logró lo impensable y alzó la copa de la victoria ante un público que coreaba “yo soy español, español, español”.


(Imagen de: rtpa.es)


Desde Gente Edu-Cada queremos ensalzar la parte positiva; nos hemos sentido bien y estábamos juntos en esto.

Para el próximo miércoles, nuestros mejores deseos a la selección de fútbol: ¡Vamos España, la final tiene que ser nuestra!

Edu y Cada.

P.D.: Gente Edu-Cada con España en las competiciones deportivas. Dedicado a A.P. (Sin él, Valencia no hubiera sido posible. Gracias)


LLAMADA INOPORTUNA

Al pensar en las llamadas más inoportunas que he recibido en mi vida, la primera que me viene a la cabeza es una muy curiosa. Por aquel entonces yo tendría unos 14 años. Los sábados solía salir a merendar con mis amigos y, de vuelta a casa, en lugar de irme a mi hogar, prefería pernoctar con mi abuela. Las dos pasábamos la parte inicial de la noche viendo pelis y comiendo chocolate. En una ocasión, cuando ya dormíamos plácidamente, el teléfono sonó a las 4 de la mañana. Mi abuela descolgó y no entendió una palabra ya que el interlocutor era de habla inglesa. Me pasó el auricular y defendí mi honor como pude. Se trataba de un viejo amigo estadounidense de un tío mío. Los sábados siguientes se fueron sucediendo las llamadas y aquel tipo y yo comenzamos a compartir veladas. Hasta que por fin le expliqué que existía una cosa denominada “diferencia horaria”. Poco después de aquello, me arrepentí de haberle hecho entender al pobre yanki la hora española a la que solía abordarme, pues las llamadas cesaron y le eché de menos.

El primer problema de una llamada inoportuna consiste en tener que distinguir si te molesta más la llamada o el hecho de que esa llamada que debiera molestarte, en realidad, no esté causando dicha molestia.


(Imagen de: masquemonos.com)


El teléfono es un aparato singular sobre el que todos tenemos un sinfín de anécdotas.

¿Quién no lo ha calentado hasta quemar la oreja durante horas en la adolescencia? Llegabas a casa después del colegio o instituto, tras haber estado todo el día con tu mejor amiga, soltabas la mochila y llamabas por teléfono a esa misma amiga. Nunca podías parar de hablar con ella. De compartirlo todo. El problema, entonces, era la inexistencia de tarifas planas. ¡Cuántos castigos te supusieron las compañías telefónicas! Los padres, en su desesperación, ponían candados en los teléfonos. Algo risorio para ti, que al más puro estilo MacGiver habías logrado aprender a marcar por pulsos con la tecla de colgado.

¿Y qué me dices de todas esas bromas que gastaste por teléfono? ¡Ah! ¡Cuánto hay que agradecer al señor Graham Bell! Sin él la pubertad hubiese resultado miserable…

Pero tocaba crecer y madurar. Había que enamorarse. Eso dio paso a dejar de hablar todas las tardes con tu mejor amiga para hacerlo con un individuo de dudosa procedencia que traía por la calle de la amargura a tu madre y que, si te descuidabas, te metía mano en la parada del autobús. Sí, definitivamente con este tío había que hablar mucho por teléfono. Tanto que ninguno podía colgar. “Cuelga tú, no venga, tú primero… los dos a la vez!! Una, dos… has colgado??!”

Tantas horas consumidas con el dichoso aparatito llevaban por lógica, antes o después, a que alguno de esos tipos se convirtiera en “llamada inoportuna”.

En este sentido, recuerdo aquel novio alemán. Si ya era difícil entenderse en persona, ¡¿por qué se empeñaba en llamarme?! A veces, hasta le colgaba sin más.

Por si todas las llamadas a fijos no fueran suficientes, tuvieron que llegar los aparatos móviles. Evidentemente, las llamadas más inoportunas son siempre de tus padres. Claro está que nunca viene bien que te llamen.

Lo mejor del móvil es que puedes estar trabajando desde cualquier parte. Eso es genial. Una tarde de martes a las 16h puedes estar con tu portátil desde el sofá de tu casa. Aunque las horas de la siesta son muy peligrosas y, a lo mejor, resulta que has decidido compartir el sofá. Total, estás localizable en el móvil. Bueno, tampoco hace falta que cojas todas las llamadas, sólo las de emergencia… Y cuando la tarde alcanza su momento más álgido tu compañero de trabajo llama. Contestas porque no te queda otra. ¡Encima de que le atiendes te dice que te nota rara y que si estás bien!

El teléfono, una de las herramientas más necesarias en la vida actual ha creado una dependencia que nos obliga, en muchos casos, a auténticos retiros en los que permitirnos desconectar de él. Para colmo de males, si desapareces tres días incomunicado nadie entiende la necesidad de desconexión extrema.

Importunarnos unos a otros se ha convertido en un derecho social que nadie sabe cómo parar.

Me encanta, de hecho, decir “es que ahora me pillas en mal momento” y que me contesten “ah, perdona, pues seré breve”.

Hace tiempo aprendí que el teléfono de casa sólo sirve para que le cuelgue el cable de Internet. Al principio dejaba que sonara, si es que había cometido el error de dárselo a alguien. Pocas semanas después le quité el cable de línea. Por otro lado, el telefonillo también es un teléfono, así que decidí no descolgarlo jamás salvo que esperase a alguien.

Ahora sólo tengo que reeducarme con el móvil. Poco a poco lo voy logrando. Es importante empezar por no responder inmediatamente a todo. El móvil no sólo da paso a llamadas, también a mensajes, instantáneos, imágenes, twitts, estados, etc.

La actividad es tan constante que ya no somos capaces de distinguir qué es inoportuno y terminamos por creer que lo inoportuno es lo que en ese momento no nos apetece.

Este verano, tu terminal también se merece unas vacaciones…

CADA.


PONENCIAS Y MATERIALES PARA ESCUELAS EFICACES

El I Congreso Escuela Eficaz continua trabajando por la gestión de escuelas eficaces. Como ya se comentó en las jornadas de los días 17 y 18 de mayo, Escuela Eficaz daría continuidad al proceso para que el ciclo de gestión no se cerrase y las escuelas pudiesen contar con materiales y recursos permanentemente. Una gestión 360º no debía quedarse en un par de días, tendría que apostar por ser un ciclo constante que no se detuviese.



AGC Formación, empresa organizadora del congreso, ha colgado esta semana un montón de novedades en la Web.

En abierto, la comunidad educativa, puede diusfrutar de las ponencias y de los materiales utilizados por los ponentes. Y, a lo largo de los próximos días se terminará de subir toda la documentación.

Aquí os dejamos el enlace para contribuir con nuestro gratito de arena al objetivo común:

¡Lograr escuelas eficaces!

http://www.formacionenlanube.com/

Edu y Cada

SONRÍE...POR FAVOR...

Hay historias que te cambian la vida para siempre, da igual que sean inventadas, vividas, conocidas o simplemente imaginadas.
Esta es una de esas historias. La historia de un hombre al que le gustaba, sencillamente, ver a la gente sonreír. Os animo que la veáis directamente, porque en ocasiones las palabras no consiguen transmitir la fuerza de una imagen y por eso os comparto este cortometraje: “Validation”


Y cómo no, también os adjunto mi reflexión personal. En tantas ocasiones nos quejamos de las circunstancias…Damos por hecho que la sonrisa es una consecuencia de una serie de situaciones y no caemos en cuenta de que quizá, sólo quizá, nos estamos equivocando de punto a punto.

¿Qué sucedería si la sonrisa fuera la causa de la felicidad? En mis años de estudiante era una reflexión manida en las aulas: ¿Uno llora porque está triste o está triste porque llora? Y sin saber muy bien ni cuándo ni por qué, se me olvidaron  las implicaciones prácticas de este debate un tanto maniqueo.

En algunas ocasiones, desde este blog, he hecho apología de ambas versiones, hablando de distintas variables que más directa o indirectamente tienen que ver con la felicidad y sin darme cuenta, puede que perdiera de vista lo fundamental. ¿Cómo podemos saber si alguien es feliz? ¿Cómo lo reconocemos? Pues por algo tan aparentemente insignificante como su sonrisa. Evidentemente hay sonrisas forzadas, pero curiosamente somos detectores innatos de sonrisas, probablemente uno de las demostraciones emocionales que antes consiguen imitar los bebés y que más frecuentemente utilizan para regular sus interacciones.

Si miramos atrás en nuestra vida, la sonrisa está en la base de nuestros recuerdos más preciados, la primera sonrisa que nos dedicó la mujer, o el hombre, de nuestros sueños, la sonrisa de nuestra abuela al compartir con nosotros algo especial (me van a perdonar los abuelos, pero es que las abuelas tienen otra ternura al sonreír), la sonrisa de los novios en el reportaje fotográfico del día de la boda  y que es independiente de lo que suceda después durante la convivencia.

Sonreír nos hace libres, nos libera de las circunstancias y de las ataduras del tiempo, cura cualquier herida, deshace cualquier entuerto. Nos llena de la energía silenciosa de cuando los tiempos están simplemente bien, nos enlaza con la placentera realidad cotidiana, la que es, sin más y no la que nos gustaría que fuera.

Porque muchas veces boicoteamos nuestro propio acceso a la felicidad, creemos que si no hay motivos para sonreír no podemos permitirnos este gesto tan sencillo y cotidiano. ¿Podemos dejar por un momento aparcada nuestra vergüenza y realizar el experimento contrario? Sonriamos, a pesar de todo y veamos qué sucede, además, como reza un viejo aserto popular la sonrisa es gratis, no hay nadie tan pobre que no pueda darla ni tan rico que no la necesite. Probablemente, entre las nubes aparezca un rayo de sol, probablemente la empatía que genera por estar grabada en nuestro acervo emocional más primitivo, consiga despertar en la persona de enfrente la misma respuesta y por ende, la misma sensación.



Ese señor tan estirado que nos encontramos en la cola del metro, quizá se sienta tentado por nuestros pensamientos y relaje un instante su semblante y autoexigencia. Esa señora preocupada por el futuro de sus hijos, quizá sienta un atisbo de esperanza en mitad de este erial de malas noticias. Ese enfermo quizá encuentre un motivo más para avanzar con su malestar…Las posibilidades son infinitas y las consecuencias impredecibles.

Nunca podremos saber cómo afectó nuestra felicidad al mundo que nos rodea, pero de lo que siempre podremos sentirnos orgullosos es de que no fomentamos con nuestra expresión un mundo en el que a ninguno de nosotros nos apetece vivir. El paso por este mundo no es un valle de lágrimas, pues empecemos por demostrar que no nos lo creemos, que no vamos a seguir permitiendo la programación mental tendente a sumirnos en un mar de dudas y preocupaciones. Si no hay síntomas para la recuperación emocional, al menos propongamos los signos. Concedámonos a nosotros mismos una razón para salir a la calle, para manifestar que no todo está perdido, porque siempre tendremos la posibilidad de demostrar que somos quienes queremos ser.

Sonreír te hace más atractivo, más interesante, más agradable. Sonreír consigue relajar las tensiones, aceptar los primeros encuentros. Sonreír no es un recurso idiota, sino el reconocimiento exacto y actualizado de que cualquier circunstancia no es sólo la piedra del camino, sino también el apoyo justo que necesitamos para levantarnos del suelo.

Ya sé que llegados a este punto, alguno o alguna de vosotr@s consideréis que los problemas no se resuelven solos y que las tiritas emocionales no consiguen más que tapar los conflictos, pero una apuesta por nosotros mismos siempre tiene que empezar por algún sitio y ese lugar desde el que construir en vez de destruir, ese lugar desde el que sumar en vez de restar, puede empezar, perfectamente, por un espacio existente en nuestro propio rostro.

Corremos el riesgo de llegar al final esperando la oportunidad perfecta para demostrar nuestra alegría, corremos el riesgo de estar esperando siempre al hombre ideal, el trabajo ideal, la novia ideal, sin tener en cuenta que lo idealizado no es más que un pensamiento. Corremos el riesgo de perdernos todas las oportunidades que nos brinda el presente para sencillamente, sonreír, para inevitablemente, ser feliz.

Que viváis una semana llena de sonrisas

EDU

EDU Y CADA EN YOUTUBE


Como ya sabes, Gente Edu-Cada patrocinó, junto a otros expositores, el Congreso Escuela Eficaz.

¡Aquí te dejamos el link al vídeo de YouTube donde Edu y Cada nos presentamos!

Tienes que verlo!!!!!!



EDU Y CADA EN ESCUELA EFICAZ (pincha sobre el texto)

NEWS EN ESCUELA EFICAZ

La Web del Congreso Escuela Eficaz ha actualizado parte de sus datos.

www.formacionenlanube.com

Desde la semana pasada, en el apartado de Expositores, podréis acceder a pequeños vídeos de las diferentes marcas que patrocinaron el evento.

Además, desde hoy, en la pestaña de Zona asistentes, encontraréis un resumen de cada una de las ponencias.

A lo largo de esta semana se subirán los vídeos de las ponencias y el material complementario.

¡Os mantendremos informados para que sigáis apostando por la Gestión Eficaz!

Feliz semana,

Gente Edu-Cada.


BAILAR TE HACE MEJOR

La escuela de danza El Ratón presentó ayer, domingo 10 de junio, un festival de baile que puso sobre el escenario a todo el alumnado. Al compás de ballet clásico, hip-hop, funky, flamenco, danza del vientre, jazz y bailes de salón, se disfrutó de un auténtico espectáculo digno de los mejores musicales de Broadway.

La plataforma de lanzamiento de tan enorme evento fue el Teatro Compac de la Gran Vía madrileña que, sin duda, cumplió todas las expectativas del público comenzando con un lleno absoluto.

A ritmo de música y de las mejores interpretaciones, el respetable disfrutó de tres horas de actuaciones que llenaron las más altas esperanzas de todos los amantes del cuerpo en movimiento.

Desde Gente Edu - Cada, nuestras felicitaciones a la escuela El Ratón, a sus profesores, a sus alumnos y a la brillante puesta en escena.

¡Chicos/as, no dejéis de bailar! ¡Vuestro son es el movimiento externo del corazón!

Edu y Cada.


(Imagen: Rusitas. Clásico, por Candy)


TIEMPO PERDIDO, ¿TIEMPO VIVIDO?

En una sola jornada vivimos un montón de incomodidades que son constantes y están destinadas a repetirse un día tras otro sin que podamos escapar de ellas.

Hoy me he percatado de que esas incomodidades nos hacen perder un valioso tiempo.

Estoy hablando de aspectos que no podemos mejorar ni de los que logramos escapar. Es más, por mucho que me esfuerce, forman parte de una especie de proceso oscuro que vela contra los intereses personales. Y, para colmo de males, cuanta más prisa tengas, más confabulaciones de estas incomodidades se volverán en tu contra.

Así pues no me refiero a cuando vas a tirar del rollo de papel de baño y descubres que no hay, ni a cuando vas a ponerte un café y se te ha terminado la leche, o cuando buscas tu blusa preferida y está para lavar.

Quiero destacar las controversias sobre las que no podemos intervenir y que, aunque sean muy pequeñitas y banales, juegan en nuestra contra.


(Imagen de: es.123rf.com)

La primera del día suele tener que ver con el ascensor. Justo cuando más prisa tienes está en la otra punta. Lo llamas y, precisamente, un piso por debajo de ti te lo roban y vuelve para abajo. Te desesperas y lo vuelves a llamar. Está subiendo. Caes en la cuenta de que te has olvidado la llave del coche dentro. Tienes tiempo de sobra mientras el maldito ascensor regresa. Entras de nuevo en casa, coges la llave mientras oyes la puerta del ascensor abrirse. Sales cuando se está cerrando. Metes el pie entre la puerta y el cerco, pero no eres lo bastante rápido. Se cierra y, obviamente, se marcha. ¡Vuelta a llamar! Cuando por fin estás dentro puedes computar la pérdida de tiempo total en 3 minutos.

En segundo lugar, el transporte en el que te muevas es lo de menos. Nunca será la nave del Capitán Spock. Olvídalo, no puedes transpolarte. Así que si vas en metro éste se parará entre estaciones o llegará tarde o estará demasiado lleno. Si vas en autobús o coche el tráfico volverá a comerte los nervios. Creo que podemos contabilizar la pérdida total de tiempo, por este aspecto, en unos 10 minutos.

El resto de las incomodidades del día oscilarán dependiendo de las actividades que realices. Por ejemplo, si vas a algún organismo oficial, nunca te habrás situado a la primera en la ventanilla adecuada; lo cual te obligará a sacar un nuevo número y hacer otra cola. Si sales a comer a un restaurante, tendrás que esperar a que te den la mesa aunque hayas reservado previamente. Si entras en un supermercado, habrá cola en la caja. Si vas con el coche a un recado rápido, no habrá sitio ni en doble fila. Si vas muy justo de tiempo, cuando llegues habrán cerrado. Todas estas cuestiones te habrán supuesto una pérdida de entre 1 y 2 horas.

Al final de la tarde llegas a casa en estado de agotamiento extremo. Te duele la cabeza. Sacas una caja de paracetamol y la abres, como ya sabes de antemano, por la parte del prospecto. Vuelta a cerrar y abrir por otro sitio. ¡Qué incómodo! 25 segundos extras… Al mismo tiempo que piensas que mañana tendrás que hacer una nueva llave del portal, puesto que la tuya gira con dificultades y te cuesta 1 minuto abrir, observas el bote de gel casi vacío y que te obligará a perder otros 10 segundos dándole golpes para que caiga el preciado líquido. Obviamente, el tubo de pasta de dientes ha vuelto a ser apretado por donde no se debía y tardarás más de lo debido en depositarla sobre tu cepillo.

¡Hasta para ir a la cama necesitamos tiempo suficiente! Hoy hace calor, conviene retirar la colcha…

Quizá podamos computar un total de 2 horas y media perdidas en absurdeces en la jornada de hoy. Más de dos horas desperdiciadas y, para colmo, en cosas que me han incomodado hasta el punto de estresarme.

Hoy en día, uno de los valores más preciados es el tiempo. Tal y como se cita en la película “La máquina del tiempo”, Todos tenemos una particular máquina del tiempo: los sueños para viajar al futuro y los recuerdos para viajar al pasado.

¿Hay alguien que quiera detener diariamente, durante dos horas y media, su viaje?

Rentabilizar lo que podáis y, sobre todo, disfrutarlo…

CADA.

FAMILIAS: ¡AL COLE!

El Colegio Sagrado Corazón de Chamartín (Madrid) acogió el sábado pasado su fiesta anual "Día de la Familia".

La festividad no tiene otro objetivo que vivir una jornada en familia compartiendo todos juntos un espacio lúdico y de ocio.

Este año la recaudación de la fiesta será destinada a Becas para Bachillerato.

Los alumnos y alumnas del centro pasaron la tarde del sábado con sus familias y compañeros disfrutando de la música, los juegos, los castillos hinchables y la merienda.

Desde Gente EduCada queremos aplaudir este tipo de iniciativas porque, entre otras cosas, fomentan el uso de las intalaciones para fines de la comunidad educativa, traspasando así los muros de la educación formal.

Aquí os dejamos algunas fotos del evento. ¡Felicidades a las familias!









SOFTWARE LIBRE PARA LAS AULAS ESPAÑOLAS

El pasado miércoles día 30 de mayo, el Colegio Zola situado en Las Rozas (Madrid), fue la sede elegida por Educaclic para promover un programa muy interesante sobre las nuevas tecnologías y su aplicación en el aula.

Temas como "Aplicaciones educativas para motivar en el aula", "El pdoer de los juegos en educación" o "Extender el aprendizaje más allá del aula" pusieron de manifiesto la importancia de enseñar acorde a la situación actual de las aulas españolas.



No podemos obviar la revolución tecnológica que asiste nuestra enseñanza.

Así, se plasmaron ideas que para muchos resultaron impactantes. Por ejemplo, casi con sarcasmo, se preguntó por qué obligábamos a los alumnos a apagar el móvil en clase como si de un avión se tratara cuando lo que se debería hacer era permitir la interacción con el mismo. El móvil es una herramienta más y debe tener un uso pedagógico dentro del aula. Predicando con el ejemplo, el evento disponía de twitter con el que podías interactuar permanentemente creándose estadísticas.
Sin embrago, a pesar de que podemos suponer que el evento acogía a gente muy interesada en el tema, éramos muy pocos los que nos lanzamos al twitteo. Patente es que la tecnología sigue ganándonos la carrera en las aulas y los profes vamos corriendo tras ella intentando alcanzarla. Por esta razón, desde Gente EduCada queremos mantener a toda la comunidad educativa lo más informada posible, a fin de que gane puestos en esa competición permanente.

Otra de las ideas que se presentaron y queremos apoyar es la importancia de aprender jugando en todas las etapas. Concretamete se presentó un proyecto en secundaria que demostró el poder de los juegos en la educación y cómo un grupo de jóvenes había elevado las notas gracias al uso adecuado de esta poderosa herramienta.

Entre los programas que se eligieron como adecuados para ser utilizados como herramientas destacamos: Chemistry Add inn, Ribbon Hero, World Wide Telescope, Photostory, Windows Live Movie Maker, Microsoft Mouse Mischief. Te recomendamos que les des una vuelta y te recordamos que todos ellos son software libre.

Como siempre, los profesores son los auténticos mediadores del aprendizaje. Estar actualizados en las novedades del mercado y abiertos a los intereses de sus alumnos les volverá creativos para fomentar una enseñanza acorde a los tiempos que corren y, por supuesto, más adecuada, más impactante y con mejores resultados.