Ha
querido la suerte que un año más sea yo quien cierre el año
natural en nuestro blog. Hay muchas cosas que decir de un año como
éste, pero para nosotros lo más importante ha sido la
colaboración con nuestros amigos de Formación en la Nube, que
gracias a un esfuerzo ímprobo, cumplen un año de existencia.
En
principio, esta efeméride podría ser una anécdota más en el
camino, pero hay algo que le da valor y por la que me gustaría
dedicarle un poco más de atención en estas fechas en las que
estamos, porque si algo tienen las fechas navideñas, tal como hoy
se las entiende, es la de recordarnos el valor de los comienzos y
sobre todo, de los sueños.
Repasando
mis escritos y el de mi compañera durante todo este año que ya
apunta a su crepúsculo, he descubierto un tema que quizá está en
la base de todos ellos: Dar la mejor versión de uno mismo.
Es
increíble cuánto tiempo, energía y hasta dinero se nos escapa
por el sumidero de la lucha contra lo que nos rodea. Parémonos a
pensar por un momento y a vivir por otro más, qué pasaría si todos
y cada uno de nosotros intentara en cada instante dar la mejor
versión de sí mismo sin importar las circunstancias ni refugiarnos
en la conducta de los demás.
Creo
que durante todo este año, tanto CADA como yo mismo y por supuesto
nuestros amigos de Formación en la Nube, hemos intentado llevar
nuestra versión a un punto más de mejoría. Quizá no lo hayamos
conseguido siempre, quizá aún nos quede por manifestar en la
vida lo que transmitimos en nuestros escritos, pero estoy seguro que
cada mañana, al despertar, intentamos al menos no refugiarnos en la
excusa del que el de enfrente lo está haciendo peor que yo.
Nos
despedíamos el año pasado con la famosa fecha del 21 del 12 de
2012, un solsticio invernal que parecía ser la llamada a una nueva
forma de descubrir y vivir la vida que nos rodea, una llamada al
Amor, entendido como algo más que ese sentimiento que nos invade al
enamorarnos y quizá la lección más importante de este año haya
sido precisamente esa, que el amor no es ni más ni menos que
quererse lo suficiente como para poder vencerse a sí mismo cada día,
aunque en ocasiones nos desanimemos, aunque en ocasiones nos
invadan, aunque en ocasiones parezca que vamos contra las leyes de la
física, sólo para levantarnos al día siguiente y tratar de seguir
navegando la ola de ese caos maravilloso que nos nutre y da sentido
(gracias CADA por esos inspirados post).
Vivir
no es una cuestión de defensa propia, al fin y al cabo no hay nada
que defender, excepto una corta visión de nosotros mismos.
Pasamos demasiado tiempo defendiéndonos, demasiado tiempo
discutiendo quien lleva razón y quien no. Es totalmente indiferente,
estoy dispuesto a darte la razón en todo lo que quieras, con la
única condición de que permanezcas a mi lado todo el año que
está a punto de comenzar, para seguir dándote la razón. Porque la
esencia de las cosas no está en lo que percibimos, sino en lo que
intuimos, en ese algo especial que llamamos vida y que nos
transforma, que siempre está por construir.
(imagen de hazlodiferente.com)
No
es una utopía ligera ni debe ser tampoco una fuente de constante
frustración, es más un acicate vital para saber que siempre,
siempre, hay algo que está bajo mi control, siempre puedo responder
de otra manera, siempre puedo ser una versión un poco mejorada
de mí.
No
es fácil, me decían hace poco en el contexto de la terapia. No es
necesario que lo sea, nadie dijo que vivir sea fácil. Pero tampoco
es fácil discutir a cada segundo por ver quien entra primero en la
autopista, quien sale primero del atasco o quien consigue entrar en
el ascensor en ese último instante antes de que se cierren las
puertas. No es sencillo y por eso miramos alrededor con sonrisa de
suficiencia, como diciendo: Lo conseguí. ¿Qué hemos conseguido? A
dónde nos ha conducido esa competencia feroz por ser los mejores,
los primeros, los más lo que sea...No hay competencia, no hay
necesidad de competir, porque como ya dije en alguna ocasión es
imposible ser mejor que el de al lado y el de al lado no puedo ser
mejor que yo.
No
es cuestión de culpas, sino de responsabilidad, de la capacidad de
responder y lo único que puedo controlar no es cómo tú
respondes sino como lo hago yo a pesar de lo que tú me digas, me
hagas o me niegues. Yo soy en todo mi esplendor constantemente.
Para
mí, éste es el mensaje más importante de la Navidad, el mensaje de
que suceda lo que suceda, siempre puedo nacer de nuevo, siempre
puedo ser quien quiera ser. Hoy es el día. Hoy es la elección.
Ahora, mientras lees estas líneas, mientras preparas con esmero la
despedida del año, mientras revisas con cariño todos los detalles
para la familia y hacemos balance anual. No esperes más porque en
este preciso momento es donde se pone de manifiesto lo que quieres
hacer, ya llevas toda la plenitud que necesitas, no es necesario
cambiar nada, pero sí es necesario elegir, a cada instante, no entre
dos posibilidades, sino en la única que verdaderamente
importa...¿Quieres ser tú o la imagen de otro? Esa es la única
elección, que en realidad no es ninguna elección porque ya está
realizada.
La
mejor versión de ti mismo depende única y exclusivamente de ti,
única y exclusivamente de tus elecciones, única y exclusivamente de
lo que quieras en este momento.
Hubo
un momento para decir “adiós”, un momento para decir “puedo”,
un momento para decir “acompáñame”, un momento para decir “ya
no te necesito” y un momento para decir “perdón”. Momentos
para todo y para todos, personas que se quedan y que se van,
esfuerzos con recompensa y otros que no salen como esperabas, pero en
cada uno de esos momentos fuiste tú mismo y eso es lo único
importante.
Os
deseo a todos y todas que viváis cada instante como la maravillosa
Navidad de vuestro mejor yo, el único que existe. Que tengáis
un año 2014 lleno de todas las maravillas que merecéis, que son
muchas. Que siempre decidáis crear un mundo mejor que el que os
dejaron.
Y
por supuesto, lleno de gente edu-cada
Os
quiero
EDU
PD.-
A todo el equipo de Formación en la Nube y por supuesto a ti, que
navegas incansable compartiendo el maravilloso caos de tu vida,
haciéndolo hasta envidiable. Gracias.
Desde Formación en la Nube, muchísimas gracias por tu dedicatoria y, sobre todo, por tus siempre bellas palabras cargadas de tantas magníficas enseñanzas y consejos. Espero que podamos seguir compartiendo un 2014 lleno de mucho, muchísimo caos. Un abrazo!!
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