¿Por qué hay días en que uno se levanta enfadado con todo el mundo sin aparente motivo?
Cuando me pasa esto trato, antes de nada, de buscar una explicación a mi enfado. Y claro, siempre hay algo por lo que mostrarse un poco irritada. Quizá muy irritada. Vamos a pensarlo. En realidad no tengo pocos motivos ¡Tengo muchísimos! Sí, claro, esos deben de ser los problemas que me han traído hoy al trabajo con cara de perro.
A ver, por un lado está la familia siempre acosando: que si te has acordado de esto o de lo otro, que si te encuentras bien, que si tienes cara de no haber dormido hoy, que si a lo mejor tu vida sentimental no marcha, que si necesitas dinero lo pidas... ¡AGGGGGGGGGGGG!!!! Por favor, ya soy muy mayor para la ristra completa todos los días.
Luego, por fin llegas a tu mesa de trabajo y te encuentras que la pila de cosas por hacer que dejaste el viernes sigue ahí. ¡Qué desconsiderada es la gente! ¿Nadie ha venido el domingo a terminar mi trabajo por mí? ¡Uf! Empezamos mal la semana. Tengo demasiadas cosas y no me da tiempo... Y claro, ya está ese típico cliente que no paga pero que sigue pidiendo con un nivel de exigencia como si de nuestro mejor cliente se tratara. ¿Por qué los morosos son los peores?
Y no olvidemos que antes de llegar a la mesa del despacho ya ha habído alguien que nos ha saludado con la clásica ironía simpaticona que te recuerda que estás cabreada y que él no tiene la culpa de tus males.
Vale, a pesar de todo, puedo afrontar el lunes; no es para tanto. Al fin y al cabo sólo tengo que sacar un pilón enorme de papeleo adelante, combinar mi vida personal y resolver algunos asuntejos en la calle. Hora prevista de llegada hoy a casa: le calculo las 22:00; no está mal, eh?
Por supuesto, en estas situaciones sientes que estás sola en el mundo. Nadie te apoya y nadie te entiende. En la oficina, un vacío inmenso en los despachos aledaños. No vaya a ser que a alguien le caiga algo por pasar cerca tuya. En casa, a escurrir el bulto también tocan; porque lo mismo si siguen poniendo el dedo en la llaga, termine por salir el lobo feroz que llevas dentro y se coma a la inútil de la caperucita que anda mariposeando por la casa.
Pero, un momento, vamos a pensar con frialdad. Exactamente ¿por qué estoy enfadada? Más que nada porque todo lo anterior es el día a día. No hay nada nuevo. Y esa situación ya la sobrellevo de siempre... Ah!! Pues igual es por eso. Saturación; sí, saturación. Siempre la misma historia empieza a cansarme. Es genial, porque cuando te desahogas en este sentido con ese amigo fiel en el que confias tanto su respuesta es que hagas algo para cambiar tu situación. ¡Ah, qué facil! Y qué hago? Por dónde empiezo? Son tantas cosas... Tan complicadas...
Retomemos el inicio que desencadenó todo este discurso. Sí, eso: el típico día que estás enfadada sin motivo. Sigo sin entenderlo del todo. Debería estar contentísima. ¡Por fin he encontrado mis trajetas de crédito! Llevaba 15 días buscando como loca por todas partes... (Cosa que me ha venido genial para ahorrar un poco, jeje)
¡Qué estupidez! Está claro. Hoy es lunes. Es lunes, hace frío, mi despacho está congelado, nadie me ha dado los buenos días con cariño hoy, todo han sido prisas y tráfico desde que me he levantado y para colmo anoche estuve cocinando y ¡me he dejado la comida en casa!
Todo eso sí son motivos para un pequeño enfado, no? En fin, no ha sido nada; ya se me está pasando.
¡Ánimo para los que se han levantado con el pie un poco torcido como yo! Seguro que en un ratín de nada se os pasa. Consejo: un buen desayuno; yo voy a ello ahora.
Y por lo demás, que Dios se apiade de nosotros y, nosotros de los lunes...
CADA
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
-
Hace un tiempo, un amigo me hizo esta pregunta y hoy me he decidido a darle respuesta, en forma de carta abierta, deseando que también os ...
-
¿Os habéis dado cuenta de la cantidad de cosas "incómodas" que nos rodean? Me refiero a esas cosas que son sencillas o incluso est...
-
Nunca pensé que un par de simples calcetines pudiesen dar tanto juego como para tener que plantearme un post. Todo empezó hace meses, cuand...
Ja, Jaja, jajaja, jajjajajajajaja
ResponderEliminarMi consejo... piensa en varias cosas:
1.- Estas viva (parece una tontería pero lo estas)
2.- No pasas hambre y si lo pasas es porque no te levantas de la silla para acercarte a comer algo.
3.- No pasas frío, y si lo pasas es porque no pones el split del despacho a más potencia y no llevas un jersey de lana ques iempre debe estar en el perchero del despacho.
4.- Tienes una familia que te quiere.
5.- No sufres ninguna enfermedad física que te impida llevar una vida normal... aunque quiza una mental puede jajajajaj (es broma)
6.- Tienes unos vecinos la mar de majos!!!
7.- Tienes más cosas que las que tenían nuestros abuelos y ellos eran felices, así que deja de quejarte y si quieres esta tarde te invitamos a una caña...
Firmado: Mal- Edu- Cado
JAJAJAJAJA, ME PARTO, ES VERDAD QUE LOS LUNES SON MALISIMOS, PERO PARA MI CASI SON PEOR LOS MARTES.....ESQUE YA ESTOY MAS DESPERTA Y SOY CONSCIENTE DE QUE AUN QUEDA MUUUUCHA SEMANA POR DELANTE, JAJAJAJAJA, PERO BUENO, NO HAY NADA QUE NO ARREGLE UN BUEN CAFE Y ALGO DE CHOCOLATE PARA ENDULZAR AL AMARG LUNES¡¡¡¡¡¡¡Y CLAAAAAAARO, EL LUNES YA NO ES TAN MALO Y EL JUEVES ES AUN MEJOR PORQUE LLEGAN LOS POSTS EDUCADOS¡¡¡CREAN ADICCION...........JAJAJA, BESOS EDUCADOS, GEMA
ResponderEliminar