MIÉNTEME MUCHO (I)

En una ocasión oí una frase que decía: “Hay muchas razones para mentir, pero sólo una para decir la verdad”. Sin querer, inmediatamente pensé: por amor. Pero días después le estuve dando una vuelta al asunto y terminé por decirme a mí misma que no es cierto.

No hay una sola razón para decir la verdad. Si os parece, vamos a tratar un poco este tema.

Para clarificarnos he pensado que lo mejor va a ser dividir la cuestión que estamos analizando en tipos de mentiras y tipos de verdades. También había pensado hablar de ello según los tipos de personas: los que jamás pueden ocultar nada, los mentirosos compulsivos, los que dicen la verdad con los ojos, los que llevan una doble vida desconocida por completo… etc. Sin embargo, puede ser duro verse reflejado en una personalidad, así que ¡Es más sencillo clasificar mentiras y verdades!

Tipos de mentiras:

  1. La mentira por naturaleza: es aquella que supone un recurso para la persona siempre y en toda ocasión. A veces, se debe a que no se puede dejar de mentir porque se está muy metido en esta forma de vida y, otras veces, se es tan poco recurrente que termina por ser la mejor opción. Como ejemplo voy a hablaros de ese amigo que se licenció en medicina en el año 97. Algunos años después aprobó una oposición y desde entonces trabaja como médico de familia en un barrio a las afueras de Madrid. Se casó con una chica cariñosa. Compraron un ático de lujo en la Castellana que pudieron pagar gracias a las horas extras que nuestro amigo hacía en turnos de guardia y urgencias. Era un tipo trabajador y con una vida prometedora. Merecía lo mejor… Hasta que un día su tierna y dulce esposa decide ir a darle una sorpresa a su trabajo y, claro está, no estaba. Indaga por aquí y por allá y resulta que no era médico!! Ni siquiera del gremio!!! Madre mía!!!! Y todos dejándonos medicar por este pedazo de LOCO!!!!! Total, que el piso se lo embargan y para colmo tenía otra mujer no sé dónde… Y para que luego digan que antes se pilla a un mentiroso que a un cojo… ¡Este cojo debía de ir, por lo menos, subido al Red Bull de Vettel! Le duró la guasa más de 10 años…

  1. La mentira que no pude evitar: esta es la clásica de cuando nos hemos metido en un lío y ya no sabemos cómo salir de él. Empezó cuando le contaste a tu jefe que el informe estaría sobre su mesa a primera hora de la mañana. Pero claro, te encontraste con el amigo fiestas y tú no sabes decir que no. Tuviste que salir TODA LA NOCHE. Al principio pensabas que al llegar a casa te darías una ducha, redactarías el informe e irías al trabajo sin más. Pero claro, la borrachera era inmensa y el cansancio más. Así que pasaste del tema y dijiste “ya veré cómo salgo de esta”. Llegar con ese careto al trabajo sólo tiene una solución: “No he podido hacer el informe, lo siento muchísimo. Me he pasado la noche llorando por la pérdida de un familiar. Ahora mismo me pongo con ello…” Este tipo de mentira, si no es muy recurrente puede salir de maravilla: “Ande, ande, váyase a casa hoy, descanse y mañana será otro día”. (Toma ya!! Pedazo de juerga la de anoche y encima ahora a dormirla)


  1. La mentira piadosa: ésta tiene mucho que ver con los sentimientos ya que es una que utilizas con alguien que quieres para que no sepa la verdad. No suele ser por no herir a la otra persona, sino por no soportar las consecuencias. Es la clásica que todos hemos usado con nuestras madres en alguna ocasión, así que sobran los detalles…


  1. La mentira que me produce indulgencia: es esa mentira que perdonaría porque se ha hecho con el corazón, para salvarme del conocimiento de una verdad que me haría daño. Todo el mundo perdonaría alguna mentira de este tipo. Lo que sucede, en mi caso, es que me da auténtica rabia ver a gente que hace esto y la otra persona vive en completo desconocimiento de la verdad, ahí protegida, sin saber que hay alguien dándolo todo sólo por hacerte sentir bien… Cuesta ser mentiroso de este tipo porque hay que estar dispuesto a dar sin recibir. Hay que saber que no se te agradecerá nada nunca. Es más, si se te descubre, probablemente no se entenderá y perderás a esa persona por la que mentías.

TODOS y TODAS hemos mentido alguna vez. En ocasiones incluso mentimos cada día simplemente obviando datos para acotar nuestro discurso. En nuestra prisa diaria se esconde la mentira. TODOS y TODAS hemos sido mentirosos o mentirosas de al menos los tipos 2 y 3 descritos. A veces, nos sentimos mal por mentir. Otras, estamos completamente satisfechos. Pero lo doloroso no es ser mentiroso. Es ser mentido. Muchas personas dicen que lo que peor toleran es la mentira ajena. Otros se especializan en mentir y en saber cuándo les mienten. La mayoría sabemos de alguien que no puede mentirnos aunque quiera y somos incapaces de mentir a alguien. Sin embargo, aunque antitético, en ocasiones necesitamos que nos mientan, queremos que nos digan con la boca lo que no nos dicen con los ojos. En ocasiones queremos desconocer la verdad para estar bien con nosotros mismos, para seguir refugiados en nuestra vida. A veces, no queremos conocer la verdad porque sería demasiado dura y vivimos mirando a otro lado.

Por ahora, y hasta que os hable el lunes de la semana siguiente de los tipos de verdad, mirad a lo más hondo de vuestras mentiras, preguntaos el por qué de cada una, buscad la verdad en los ojos y en las palabras de las personas que os importan y aprended a ser sólo un tipo de mentiroso: el que produce indulgencia…

CADA

7 comentarios:

  1. ORGULLOSISIMA DE SER MENTIROSA INDULGENTE, TONTITA A VECES, PERO BUENO, PERO EN TODO CASO TE DOY LA RAZON, TODOS HEMOS MENTIDO PORQUE SI, O PARA EVITAR UN TREMENDO LIO CON ALGUIEN O POR 400.000 EXCUSAS INEXCUSABLES...GENIAL POST COMO CADA SEMANA, FELICIDADES CADA¡¡¡¡BESOS EDUCADOS

    ResponderEliminar
  2. Gracias!! Espera a ver la segunda parte... La mentira puede acabar siendo positiva y la verdad no tanto.
    Eres una fan estupenda! Me alegro mucho de que nos sigas.

    Más besos!!

    CADA.

    ResponderEliminar
  3. Pues yo no estoy de acuerdo. Creo que normalmente decir la verdad, a todos y especialmente a nosotros mismos suele ser mejor...nos da más paz y dará más confianza a la gente con la que nos relacionamos.Aunque al principio sea duro...eso sí sin necesidad de ofender gratuitamente a nadie! De hecho las mentiras que producen indulgencia, creo que son de lo peorcito, porque normalmente sirven para engañar al otro y a nosotros mismos. Pero que conste que me gusta mucho tu post Cada! (y no es una mentira piadosa)Te hace pararte a pensar...

    ResponderEliminar
  4. hay veces que una mentira indulgente es la verdad mas grande que puedas decir, aunque sea contradictorio, y en muchas ocasiones evitamos no solo hacer daño al otro sino incluso a nosotros mismos.....y Cada....soy fan porque haceis un un trabajo estupendo, y todos los que empezamos a leer esperamos ansiosos los lunes y los jueves¡¡¡¡¡besos educados

    ResponderEliminar
  5. Qué bien que no estés de acuerdo!!Así tenemos un poco de debate...Desgraciadamente yo estoy casi de acuerdo contigo:La peor mentira es la que nos contamos a nosotros mismos, porque nos alejan de lo que queremos ser. Sin embargo, a veces es necesario no decir toda la verdad, porque el conocimiento puede doler, al menos procurar no hacer un daño gratuito.
    Gracias a todos por vuestros ánimos. La verdad es que es un placer compartir nuestras cositas con vosotros. EDU

    ResponderEliminar
  6. cuantas veces no se dice todo lo que se podría decir solo por no hacer daño a otra persona??????desde luego que esto no es mentir, pero si no contar toda la verdad, aunque bueno, ya veremos sobre que opina Cada el lunes acerca de las verdades, o las medias verdades, que a veces, muchas pero muchas, duelen mas que una mentira............se habre un nuevo debate¡¡¡¡besos educados

    ResponderEliminar
  7. Para los lectores en desacuerdo con las mentiras está la parte del próximo lunes de verdades. ¡Seguro que os encaja más!
    Gracias por leerme cada semana. ¡Me siento muy acompañada!
    Besos,
    CADA

    ResponderEliminar