PISA: UN INFORME PARA PISAR

A la vista de los resultados del informe, en cada aula española nueve niños son fracaso escolar. ¿Nueve fracasos escolares o un fracaso del sistema?

Acaba de publicarse el informe PISA, con datos referentes al año 2012.

Para ser sincera, siempre miré esta prueba con muy malos ojos por las razones obvias que supone mezclar churros con merinas. No sé a qué tipo de enseñanza se le ajustan mejor las pruebas, ni si los centros elegidos “al azar” son muestra suficiente y representativa; pero lo más importante de todo es que ni estudiamos lo mismo ni hacemos lo mismo ni funcionamos de la misma manera. Imaginemos que inventamos una estadística para decidir cuáles son los niños más morenos del mundo y nos apenamos de los pobrecitos nórdicos porque los senegaleses les han sacado 30 puntos de ventaja… Es impensable comparar el grado de tonalidad de pieles tan diferentes. ¿Por qué nos empeñamos en comparar lo incomparable?




Si tenemos en cuenta que uno de los objetivos del informe PISA es desarrollar políticas de actuación educativa a la vista de los resultados, parece lógico que los sistemas de evaluación también vayan referidos a los contenidos que, por norma general, han sido considerados como troncales.

Así pues, ya podemos encontrar dos grandes inconvenientes de la prueba: El primero, que compara lo incomparable, y el segundo, que volvemos al clasicismo de considerar quién es mejor por lo que sabe de matemáticas y lengua. Eso sí, se cura en espanto; al menos se evalúa la ejecución. Esto es, la capacidad del alumno para aplicar sus conocimientos a la vida real.

Obviamente los estadistas insistirán en la validez y fiabilidad de las pruebas y, además, en la eliminación de los sesgos culturales.

Pero bien pensado… qué mide y para qué. Es decir, si lo que queremos es determinar si nuestro sistema de estudios es adecuado, ¿no sería de mucho mayor rigor y utilidad compararlo con la aplicación al mundo social y laboral del mismo país?

El mercado español difiere un poquito del azerbaiyán, por citar un ejemplo.

Pero yo me seguiré preguntando qué quiere la escuela de hoy en día y si el problema está a nivel mundial.

Eso sí, he de reconocer que el invento como investigación de campo es precioso. Y aunque no tiene la aplicación que se le quiere dar, sí sirve para recoger muchos otros datos de interés cultural y de aplicación al mundo globalizado.

La tristeza es, que se ha convertido en el marco ideal de competición internacional en la que los niños españoles están ridiculizados.

Pero cuando uno se pone a mirar palmo a palmo los tipos de respuestas ofrecidas descubre cosas como que los niños españoles resuelven mejor problemas de la vida cotidiana que de aplicación lógico-matemática.

Eso sí, podemos decir con sorna que España fue pionera en la aplicación de las pruebas por ordenador.

Tras analizar los informes con detenimiento pueden darse miles de argumentos a favor y en contra, pero lo que de verdad importa y olvidamos es dónde está la esencia de un sistema educativo que ni convence ni justifica, de un sistema que ha de renovarse y que no tiene en PISA su camino a seguir.

Aquí os dejo dos links para que podáis leer por vosotros mismos:

QUÉ ES PISA

ANÁLISIS DEL INFORME


Obligada pregunta al aire: ¿Qué gallo nos cantaría si encabezásemos la lista de países mejor posicionados?

Ojalá mis ojos lleguen a ver, algún día, una escuela diferente…

CADA.

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