DORMIR CON CALCETINES

Nunca pensé que un par de simples calcetines pudiesen dar tanto juego como para tener que plantearme un post.

Todo empezó hace meses, cuando una amiga me hizo advertir los enigmas que se encierran bajo la misteriosa desaparición de los calcetines, desde que uno se los quita en el cuarto de baño y hasta que vuelven al cajón.

Sigamos por un momento todo el proceso. Me visto por la mañana y me planto mi par de calcetines limpios. Llego por la tarde a casa y me los quito en el cuarto de baño. Los tiro al suelo con el resto de ropa usada. Cuando salgo de la ducha recojo el montón de ropa y lo meto en el cesto de ropa para lavar. Al día siguiente vuelvo a vestirme con un nuevo par de calcetines que no son los de ayer (ya vamos por el segundo par), saco la ropa acumulada en el cesto y la introduzco en la lavadora. Ahí, los calcetines no están unidos pero se supone que andan por el montón. Repito la operación del día anterior quitándome los calcetines, llevándolos al cesto, etc. Saco la lavadora de la mañana y pongo la secadora. Saco la secadora y comienzo a doblar. ¡Maldita sea! ¡Falta un calcetín!

Como ya estoy acostumbrada a este fallo del sistema, cojo el calcetín desparejado y lo coloco, con esperanza, en el montón de los calcetines divorciados. Toda ilusa creo suponer que, algún día, en el camino entre baño – lavadora, lavadora – secadora, secadora – cajón, volverá a abrirse la ventana a la cuarta dimensión y podré meter la mano y recuperar todos mis calcetines perdidos.

Lo peor no es que haya desaparecido una prenda. Ni siquiera que fuese importante para mí. Lo más triste es que la operación, como se puede suponer, se va a repetir una y otra vez.

Vamos a ver: acaso nadie sabe cómo parar esto?!?!

Al principio de irme a vivir independizada me molestaba en doblar juntitos y bien avenidos mis calcetos y en colocarlos con ternura en el cajón. Después de unas cuantas burlas del destino, descubrí que es inútil. Por mucho amor con el que los trates, te la van a jugar en cuanto te des la vuelta.

Hay muchas teorías de científicos famosos tratando de explicar la causa. Pudiera ser que se los haya tragado la lavadora y estén en el filtro. Al parecer conviene mirarlo de vez en cuando.

No sé, yo lo intenté una vez y me dio mucho asco.

Igual, es por la cal. Nunca uso esos productos que anuncian contra la cal. Calcetín viene de cal; estoy convencida.

Pero la mayor sabia, siempre es una madre. Recordáis cuando decía: “recoge los calcetines!! O es que te crees que van a llegar solos al cajón??”

Pues mira, al cajón no llegan ni solos ni acompañados.

Si ella me hubiese explicado cómo conseguirlo, otro gallo nos cantaría ahora…

Pero la realidad es que nadie lo sabe.

La cantidad de incógnitas que pueden llegar a rodear a un par de calcetines son innumerables.


(Imagen de: loscuentosdelachina.blogspot.com)

La otra gran pregunta que todo el mundo se hace en torno a esta prenda, tiene que ver con si su uso es ridículo o no y cuándo procede llevarlos puestos.

La otra tarde, un amigo se cuestionaba sobre ello alarmado de por qué, en general, al sexo femenino le preocupa tanto su uso en la cama.

Vamos a ver – decía – si las mujeres saben que siempre tienen los pies fríos en la cama, ¿por qué no le ponen remedio?

Bueeenoo… Aquí entran ya múltiples factores. Desde luego está el tema de la estética. Ya se sabe: antes muerta que sencilla. Máxime si una va a la cama no a dormir precisamente. También pudiera ser que se hayan acuñado tradiciones de la infancia. En mi caso, mi padre no nos dejaba dormir con calcetines porque consideraba que eso era una guarrería.

No sé hasta dónde llegan los límites de esta prenda. Es decir, por ejemplo, las mujeres esquimales que duermen súper vestidas, ¿se quitan los calcetines dejándose el abrigo?

Y puestos a preguntar ¿por qué a todo el mundo le importa tanto quién, cómo y cuándo lleva esta prenda, sobre todo para dormir? ¿Por qué nadie habla de si llevas bragas viejas para dormir, por ejemplo?

Creo que ambos temas van a estar relacionados y lo más probable sea que las mujeres no usen calcetines para dormir, a pesar de sus pies fríos, porque han perdido uno y es muy difícil decidir qué pie va a calentarse solo.

Además, ¡qué más da ir a la cama con calcetines si seguro que se pierde alguno entre las sábanas mientras duermes!

Consejo para el fin de semana:

Sea como sea que te gusten los calcetines: más gruesos o finos, lisos, de rombos o con dibujos Disney, altos o bajos, de algodón o lana, llévalos con dignidad en todas las ocasiones: para trabajar, salir de fiesta o andar por casa; pero, por favor, quítatelos cuando sea necesario y, sobre todo, vigila sus pasos. Quizá seas el primero en descubrir dónde se esconden estos pequeños escurridizos.

De todas formas, si estás pensando en lo agustito que estás en la camita con tu par de calcetines viejales, ya se sabe: ande yo caliente…

CADA.

P.D.: Dedicado a ese seguidor preocupado por los calcetines y que cree que no le hago el caso suficiente... Ya ves! Cada siempre presta atención a sus fans!! Gracias por ser fuente de inspiración y apoyo


4 comentarios:

  1. Totalmente de acuerdo jejeje yo tengo una bolsa entera de calcetines impares por si acaso aparece la pareja, imagínate después de tres mudanzas donde estarán las parejas?? Pero la mayoría son de mi marido, que curioso!!
    Por otra parte a mi ME ENCANTA dormir con mis calcetines, eso si uso unos especiales para dormir, al igual que te pones pijama por qué no unos calcetines-pijameros?? jeje besos.

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  2. Me gusta eso de los calcetines pijameros!!!

    CADA

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  3. CADA...Voy a tener que dejar de leerte en el teléfono, la gente me miraba como si fuera idiota. De verdad que no me podía aguantar las carcajadas...Fantástico. Además estoy totalmente de acuerdo en lo de los calcetines pijameros, a no ser que efectivamente, no vayamos a usar la cama para dormir (aunque no sé si eso existe, jaja) Un abrazo y gracias por hacernos reír y pensar al mismo tiempo.

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  4. JAJAJJA. Mientras no nos dejes de leer...

    Gracias por leernos en cualquier sitio y situación.

    Un fuerte abrazo,

    CADA

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