ESTRATEGIAS PEDAGÓGICAS PARA PROMOVER CAMBIOS CONDUCTUALES

Lo primero que hay que tener en cuenta cuando pensamos en la estrategia pedagógica más adecuada es la edad de niño/a al que se refiere. Como es lógico, no podemos utilizar las mismas estrategias a los dos años que a los quince.

En segundo lugar, debemos pensar en qué conducta deseamos modificar y, mucho más importante, si es necesaria la modificación de esa conducta; es decir, si estamos seguros de querer que el niño o la niña cambie en ese aspecto. Me explico un poco mejor: que una conducta nos moleste no quiere decir que no sea adecuada. Es más, quizá hay demasiadas conductas molestas y eso hará necesario priorizar cuáles exactamente debemos modificar. En este sentido, el ejemplo más clásico tiene que ver con la explosión de rabietas entre los 18 meses y los 2 años y medio. Si nos percatamos bien de la situación, en este período podemos pasarnos el día diciéndole al niño la palabra NO. No te subas al sofá con los zapatos, No escupas la comida, No saltes en la cama, No muerdas, No tires los juguetes al suelo, No te pongas ahí que te haces daño… Al final del día, lo único que sale de nuestra boca es NO. En la cabeza del niño hay tantos noes que es incapaz de conferirles valor. Por esta razón, debemos aplaudirle los aciertos y evitar aquellos NO que carezcan de importancia al menos, por el momento.

(Imagen de: listas.20minutos.es)

Si decidiésemos, por tanto, hablar hoy de todas las estrategias pedagógicas aplicables a la conducta infantil, este sería el post más largo de la historia. Como imagino que lo que queréis es unas pequeñas “recetas” que nos saquen del apuro ocasional, me parecía buena idea listar, a continuación, las estrategias más relevantes que pueden aplicarse de forma general y en casos comunes. Si, a partir de aquí, a alguien se le plantean dudas, no tiene más que comentar lo que desee.

  1. El comportamiento infantil se adapta a las expectativas que tenemos los adultos. Etiquetar de “travieso” puede convertir en “travieso”
  2. Las metas del adulto deben ser: entender, observar, comprender y escuchar
  3. Deben darse pautas firmes
  4. Es necesario confiar en él o ella y demostrar tal confianza
  5. Papá y mamá tienen que trabajar como un equipo unido infranqueable. Si no están de acuerdo en algo, que no lo hablen delante del niño/a
  6. Propiciar respeto mutuo utilizando por favor y gracias con los niños
  7. Racionar el uno de la palabra NO para que no sea excesivo
  8. Las normas deben ser claras y estar expuestas de antemano. Es conveniente razonarlas, no imponerlas. Algunas, incluso pueden negociarse en conjunto
  9. Evitar regañar en público
  10. Aumentar gradualmente las responsabilidades del niño y su capacidad de toma de decisiones
  11. Antes de actuar, mantener la calma, observar la conducta del niño y pensar dos veces la decisión a tomar
  12. Debemos ganar la confianza del niño para lograr que nos haga caso
  13. Es necesario dedicar tiempo a estar con el niño o la niña. Ese tiempo no debe ser sólo el biológico. Hay que jugar!!
  14. Las conductas positivas deben premiarse. Los comportamientos molestos pueden obviarse. De esta forma desviaremos la atención hacia comportamientos que resultan llamativos de forma positiva
  15. No olvidar nunca que todo el mundo tiene obligaciones, pero también derechos
  16. La organización y el orden son necesarios en el mundo infantil
  17. Tener claros los límites, las normas de convivencia y el papel de cada uno
  18. Transmitir alegría y actitudes positivas
  19. Evitar la agresividad y los gritos. No podemos enseñar a dejar de pegar pegando
  20. Es mejor prevenir las posibles conductas conflictivas que tener que interrumpirlas
  21. Ante las rabietas, actuar con indiferencia. Si se le aparta hasta que se le pase, debe ser en un lugar neutro, como un pasillo. Decirle que sabemos que quiere portarse bien y que le vamos a dejar ahí para que lo piense y que puede venir cuando se calme
  22. Hablar en positivo: me gustaría que, en lugar de: no hagas
  23. El amor debe darse sin límites
  24. En relación a la alimentación, hay muchas otras estrategias que pueden ayudarnos. Por ejemplo, esperar a que tenga hambre para ponerle la comida. Fijar un tiempo y retirarla sin más pasado ese período. No regañar para no convertir comer en un hecho traumático. No demostrar que estamos dispuestos a todo con tal de que coma. Demostrar indiferencia.
  25. Para la hora de dormir, es necesario confiar en que puede hacerlo solo. No dejar que se duerma en el sofá u otros lugares. Establecer rutinas horarias y pautas acordes. Permitirle que cree sus propias estrategias para conciliar el sueño: escuchar música, dormir con su osito, etc…

En términos generales, es necesaria la PACIENCIA. Ser pacientes y saber esperar son las mejores armas. Nuestra actitud positiva y el deseo de amar sin límites podrán con todo. Los cambios conductuales no se producen con una varita mágica; tienen su propio ritmo.

Aplicando las pautas, se recogerán los logros. No es cosa de un día ni dos, pero, al fin y al cabo, se trata de educar y eso lleva su tiempo…

CADA

CONSTRUYENDO EL AMOR


Releyendo mis dos últimas entradas me he dado cuenta de que en realidad deberían formar una especie de trilogía: desde el amor a uno mismo descubrimos que hay un otro que me ayuda a caminar y en ese paseo descubro que hay algo que yo también puedo hacer por ese otro, en ese instante es donde nace el Amor.

Aunque no tengo datos oficiales, he podido comprobar en mi trabajo habitual cómo las quejas relacionadas con el amor y la pareja conforman uno de los motivos de consulta más frecuentes. ¿Qué nos pasa en este mundo? ¿Se nos ha olvidado amar?

Una de las ideas que yo abrazaba al respecto es que el amor no puede ser un destino, sino que siempre es el camino. Como tal, es un ser dinámico que se autodescubre, porque como bien podemos comprobar en estos días, el cambio es lo único que permanece, así que sería ingenuo pensar que nuestra pareja o nosotros mismos nos vamos a mantener inalterables a lo largo del tiempo.

Así pues, la cuestión no está en cómo evitar los cambios sino en cómo adaptarnos a ellos. Y aquí viene el sentido del título de mi post. Si comparáramos una pareja con una casa, los cimientos estarían basados en las similitudes que hicieron que un día me enamorara de alguien. Todos hemos sentido alguna vez ese cosquilleo en el estómago, esa necesidad urgente de estar con el otro o incluso el deseo posesivo que me quita hasta el sueño por las noches. Sin embargo, las pasiones no duran eternamente, ni tampoco es demasiado adecuado que lo hagan. El problema es que si construimos sólo en base a nuestras semejanzas la casa no tardará demasiado en llenarse de grietas.


La idea no es mía, sino de Sergio Sinay. Pero coincido plenamente en su análisis: En cualquier pareja, aún las más cómplices, siempre surgirán diferencias, será por la forma de administrar el dinero o incluso por la manera de hacer la cama (también puede ser sobre la necesidad de hacer la cama todos los días, pero ese es más bien tema para CADA). Claro está que hay diferencias y diferencias:

Las más fáciles de armonizar son las diferencias complementarias. Si resulta que yo odio cocinar pero no me importa hacer la colada (incluyendo la temible plancha) y a ti te pasa lo contrario…miel sobre hojuelas. Supongo que tendréis mil ejemplos de ello en vuestra vida cotidiana.

Luego están las diferencias acordables, aquellas que se pueden negociar. Evidentemente el consenso tiene que basarse en la comunicación y en la búsqueda común de objetivos, porque al fin y al cabo, cuando dos personas se unen traen cada cual dos modelos distintos de hacer las cosas. Uno no tiene que ser mejor ni peor que el otro, pero cuando nos enquistamos en tratar de demostrar que mi modelo es el mejor de los posibles, es bastante difícil conseguir acuerdos que no impliquen una derrota del contrario. Así pues el truco consiste en descubrir que hay, literalmente, mil formas de hacer lo mismo, o incluso de no hacerlo.

La última clase de diferencia consiste en las incompatibles. Si yo quiero tener hijos y tú no, si yo dedico mis esfuerzos a la lucha ecologista y tú ni siquiera eres capaz de separar los envases…no hay amor que se salve. Siendo honestos, probablemente descubriremos que nunca nos hemos amado, hemos podido sentirnos atraídos, apasionados o hasta sí, enamorados. Pero la complicidad, la armonía y la felicidad del amor no pueden darse en ausencia de unos valores compartidos.

Por último y aunque parezca una paradoja, el amor al otro, ya lo decía, no puede darse sin una buena relación conmigo mismo. Si no mantengo una buena armonía entre las múltiples facetas de mi propia personalidad, es bastante complicado que mis propios fantasmas no terminen asustando a mi relación. Pero este es el paso más difícil. En definitiva, el amor no es más que amar a otra persona. Pero no siempre nos enamoramos de alguien, sino que en la mayoría de las ocasiones lo hacemos de una imagen, de un recuerdo o incluso de una frustración. Estamos más pendientes del “me gustaría que fueras” que del “me gusta cómo eres”.

Cuando estamos en paz con nosotros mismos descubrimos realmente a la persona con la que convivimos. Nos levantamos cada mañana con alguien distinto porque realmente aceptamos el cambio que se produce en nuestra pareja. Podemos sentarnos tranquilamente y decir: sabes que te quiero pero es posible que yo no sepa cómo quieres que te lo demuestre en este momento. Es posible que no seas la persona perfecta, es posible que haya aspectos de mí que te disgusten. Pero más allá de eso, te prometo que dejaré que seas en cada momento quien quieres ser, tanto si necesitas mis abrazos como si necesitas sentarte sola o solo a descansar, tanto si quieres que te acompañe o necesitas la compañía de otros.

Al final, el amor se reduce a un fin en sí mismo, no te amo porque te necesito, ni para ser feliz, ni para conseguir aquellos sueños de juventud que sólo puedo obtener en tu compañía. Sé perfectamente que lo único que necesito es a mí mismo, porque soy quien puede elegir mi destino, soy plenamente consciente de que vivir mis sueños forma parte de mis decisiones y he experimentado que puedo ser feliz sin tener que estar a tu lado. Lo que sucede es que deseo compartir mis sueños contigo, mis necesidades contigo. Sucede, sin que lo haya elegido, sin que deba hacerlo, sin que ni siquiera tú tengas que decidir hacer lo mismo por mí…sucede…que quiero compartir mi felicidad contigo y reconozco, con la misma claridad con la que reconozco mi imagen en el espejo…que te amo…simplemente, porque te amo.

Feliz semana a tod@s

EDU

¡QUE VIENE EL COCO!

Históricamente se ha mentido a la infancia para conseguir que los niños hagan lo que los adultos quieren. Se trata de una especie de artimaña fundamentada en la creencia de que los pequeños, por ser aún cortos de edad, también lo son de mente.

Me estoy refiriendo a la sarta de estupideces relacionadas con el Hombre del saco, el Coco, Camuñas, el Lobo, el Monstruo del armario, la Bruja… etc y todos esos tipejos desagradables que van a venir a comernos cuando más vulnerables somos: MIENTRAS DORMIMOS.

(Imagen de: sansandragomez.blogspot.com)

Creo que todo empezó cuando nos empeñamos por primera vez en que hay que comerse todo lo que nos ponen en el plato. Da igual si sólo tienes 5 años y abultas un metro 20. El plato de lentejas hasta el borde se come enterito. Nada de lentejas, si quieres las comes y si no las dejas; en esta casa se comen!!

Pero nada. El niño no quiere y las escupe. Comienza la desesperación y el recurso a las fuerzas superiores: si no te las comes te vas a quedar así de pequeñito.

¿Recordáis cuando erais niños? ¿Acaso os importaba lo de quedaros pequeños? Desde luego a Peter Pan, no le preocupaba nada en absoluto.

El siguiente recurso es sacarnos de la manga a alguien maléfico que dé mucho miedo y esté dispuesto a causar las más terribles pesadillas. Eso no puede fallar. Utilizar el pánico en favor propio. Si no te comes las lentejas, que están buenísimas porque las ha hecho la abuela con mucho cariño, vendrá el hombre del saco. Claro, eso no compensa para nada. ¿Lentejas o un desconocido con un saco?

Y, el hombre del saco no es precisamente Papá Noel, Noooo. Este es mucho más desagradable. Va sucio, huele mal, se ríe con mala idea… Imagínate para qué quiere el saco.

Dudo mucho de la eficacia de estos métodos. ¿Se ha comido el niño las lentejas? Seguramente la jornada ha terminado en drama. Pero lo peor no queda ahí. La parte más desagradable es que lo que sí hemos conseguido es causar miedos a la hora de dormir. Cualquier sombra en la habitación podría ser uno de esos maleantes que vienen buscando venganza por el asunto, aún sin resolver, de las lentejas del jueves pasado…

Señoras y señores: ser niño ya es lo suficientemente duro. Hay que cumplir cada día con un montón de requisitos impuestos. Unas veces se dan mejor y otras peor. Lo único a lo que aferrarse es la confianza ciega en nuestros padres. Esos a los que queremos, en los que buscamos apoyo y protección. Esos dos de los que nos fiamos plenamente.

No es aconsejable chantajear con mentiras infundadas que alientan el miedo.

Como poco, con los años, lo que se consigue es pérdida de lealtad. ¿Cómo voy a creer a quien me dijo que iba a venir un monstruo horrible a llevarme? ¿Cómo no voy a mentir al que me mintió para que me comiera unas míseras lentejas?

Al igual que esas pequeñas mentiras que creemos inocentes, hay un sinfín de falsedades que pueden causar efectos no esperados: Irte cuando no te ve para que no llore; amenazarle con que va a enfermar para que se ponga una chaqueta cuando no es él quien tiene frío; asustarle con un terrible accidente que va a sufrir si se sube al tobogán; regañarle con frases como ya no te voy a querer.

Nuestros pánicos más profundos no son los del niño. No traslademos nuestros pavores a su persona.

Cuando tenga quince años nos echaremos las manos a la cabeza si fuma a escondidas, oculta las notas suspensas o se mete en un lío y no confía en nosotros.

La confianza es una planta que se hace vigorosa a base de mimos y paciencia. Lo que un día te dí, cuando sólo tenías dos años, podría recibirlo ahora que tienes diecisiete.

Mirarás a ese adulto, que una vez fue niño y en sus ojos hallarás lo que ni recuerdas haberle dado.

Existen estrategias pedagógicas para el convencimiento. No mientas nunca a quien no quieres descubrir jamás en un engaño…

CADA.

NO ES UN ADIOS, ES UN HASTA LUEGO

En primer lugar, quisiera dedicar este post a mi compañero de juegos. Ese al que nunca podré decirle adiós.

¿Conocéis ese famoso dicho que reza: quien bien te quiere te hará llorar?

Siempre me he preguntado por qué tiene que ser así. Bueno, al parecer, para empezar, las personas que de verdad te aprecian son sinceras contigo. La verdad absoluta puede hacer daño. Sin embargo, es curioso que solemos preferir la verdad, por dolorosa que ésta sea, a un engaño eterno. Esto es contradictorio con el hecho de que la ignorancia es felicidad. Mientras no sabemos, ignoramos; y en esa situación en la que creemos que las cosas son de otra manera, estamos contentos, auto – engañados, alejados de la realidad dolorosa. Cuando conocemos más, sufrimos más; pero también recuperamos la consciencia.

¿Alguna vez habéis visto una chica sola llorando en una parada de autobús? ¿Y no os han dado ganas de preguntarle qué le pasaba?

Esa curiosidad no es morbo. Es un deseo intrínseco de querer que todo el mundo sea feliz. Ver llorar produce tristeza. Ver llorar en soledad produce desazón.

En ocasiones llevamos tanto tiempo esperando que el dolor pase por si solo que hasta hemos olvidado su causa. Lo único que nos importa es sentirnos mejor. A veces, no conocemos el remedio ni el cómo y estamos esperando, sin más, una cura milagrosa. Un lo que sea que va a presentarse delante nuestro con la fórmula de la felicidad. Cuando los años caen uno detrás de otro y, simplemente, no sucede nada, pueden pasar dos cosas. O bien se asume todo y llega el autoconvencimiento de que tiene que ser así o, por el contrario, empiezan las preguntas.

Entonces fue cuando alguien me recordó cómo había comenzado todo. El día exacto y el momento preciso en el que el cambio se gestó en mí. Yo ni siquiera recodaba la fecha. No era capaz de situarlo en el calendario ni por aproximación. Aquello que supuestamente me hizo otra persona había pasado por mí sin que lo notase. Lo enterré completamente. Mi mente y mi corazón supieron apartarlo por completo. Pero, al parecer, me convirtió en otra persona. No lo había podido imaginar hasta que el otro día, tantos años después, me hicieron recapacitar sobre ello. Me paré a pensar y era cierto.


El dolor más grande que puede padecerse es el mal de amores. No sabemos cómo darle salida y en lo único en que nos obcecamos es en recuperar algo que, como poco, está en la cuerda floja. El mal de amores puede presentarse de muchas formas y crea una especie de vacío a medio camino entre el dolor de estómago constante y la necesidad de tomar aliento.

Además de recordar un hito, he aceptado un fabuloso consejo: no rindas cuentas a nadie. Ha llegado el momento de afrontar tu vida, de coger las riendas. Si estás decidida a ello, me parece una gran idea. Pero hazlo. Tienes lo que necesitas para enfrentarlo. Yo te querré siempre. Nunca te he odiado. No podría. Te debo todo lo que soy.

A todos mis lectores que sois gente Edu Cada, tomad el mismo consejo. No rindáis cuentas a nadie. Situaos frente al camino que estáis apunto de emprender y, sencillamente, dad el paso. Puesto el primer pie, proseguir es más fácil. No se trata de dejar de mirar atrás y de sólo tener los ojos fijos delante. Yo nunca he creído en eso. Lo realmente bueno es ser capaz de mirar a ambos lados del camino, de abrir los horizontes. De abrazar lo que esté por llegar. Así, mientras recorremos un sendero que puede ser, por tramos afable y, por partes pedregoso, nos cruzaremos personas a las que sólo saludaremos con la mano, otras a las que olvidaremos y algunas, unas pocas elegidas, tendrán en nosotros un hueco y jamás las diremos adiós. Hay alguien en nuestro corazón a quien siempre le decimos hasta luego…

CADA.

PUES YO DIGO NO

Estimados/as Amigos/as de Gente Edu - Cada,

Como sabéis, los lunes publicamos posts y noticias de interés general. Hemos recibido, en esta ocasión, un post acerca de la opinión de uno de nuestros seguidores. Ante su disposición, vamos a publicarlo. Creo que se trata de un asunto que puede "levantar ampollas" entre los lectores. Como este es un espacio abierto, ahí queda una opinión y todos vuestros comentarios para apoyarla o rebatirla.

Feliz lunes!!

CADA.



Puede que éste post no sea del agrado de muchos, pero somos gente Edu-Cada y debemos aprender a respetar a aquellos que no piensan como nosotros por eso voy a hacer esta reflexión ahora que está tan de actualidad el tema de los funcionarios.
Siempre he creído en la contratación indefinida frente a la eventual, siempre he pensado que un contrato por obra y servicio no tiene sentido si no ejecutas una obra o das un servicio puntual con una fecha de inicio y una fecha estimada fiable de finalización, pero lo que nunca he entendido es el  puesto vitalicio…
Existe algo más opuesto de la productividad que el contrato vitalicio? Yo creo que no. Yo creo en eso de ganarse el puesto, cumplir con las funciones que te han sido asignadas y si estas se quedan obsoletas redefinirlas, en el aprovechamiento de las virtudes de los empleados, en la formación continua, en el premio al que se lo curra y el desprecio al que se escaquea… y por eso no creo en un grupo tan plural como el funcionario… me niego a meter a todos en el mismo saco para lo bueno y para lo malo… no entiendo que si una persona hace 20 años aprobó unas oposiciones para un colegio enseñando francés, y se vea que estudiar francés no es prioritario se tenga que mantener el puesto vitalicio, mientras se contraten nuevos profesores que enseñen ingles, chino o rumano si realmente es esto lo que se necesita puntualmente. Tampoco entiendo que haya que contratar de por vida a 7 arquitectos, 5 aparejadores y 8 secretarias en un ayuntamiento por el mero hecho de que se va a construir un PAU nuevo y alguien tiene que visar las obras… entiendo que haya que contratarles puntualmente pero no para siempre, si el PAU lo mismo dura 6 años y después no se vuelve a construir en el pueblo a ese ritmo en la vida… o de los cientos de asesores, administrativos, choferes y escoltas en diputaciones que carecen de competencias.

(Foto de: puntodeencuentrocanete.blogspot.com)

No lo veo, no veo el motivo del contrato vitalicio… pues bien en su momento alguien no lo vio y creó el puesto de interino, ese puesto se creó para cubrir lo que los funcionarios no podían o no querían hacer, así un par de conocidos trabajan en las oficinas de la SS dando soporte informático a los funcionarios, haciendo el trabajo de dos funcionarios de esos vitalicios mientras los funcionarios hacen sus cosas particulares… lo gracioso del tema es que mis conocidos también cumplen el horario de los funcionarios y con todo y con eso dicen que van sobrados, que la carga de trabajo es mínima y que en 3-4 horas al día pueden realizar las tareas encomendadas…
Y llega la crisis… y llegan los recortes… y quienes se quejan? Los interinos, los primeros afectados por los recortes, con razón porque aunque su carga de trabajo y su horario no es el de la empresa privada ellos estaban haciendo su trabajo de forma correcta, y se quejan los funcionarios porque les quitan los esbirros que les sacaban el trabajo y además de tener que empezar a hacer ellos para lo que realmente les contrataron, además van a tener que prestar el servicio más tiempo (sin llegar a las jornadas de trabajo de la empresa privada) y por menos salarios… pufff vaya putada!!!
Que conste que no me alegro de lo que está pasando porque yo vivía muy feliz cuando nos creíamos ricos… pero ahora que nos hemos dado cuenta de que no lo somos, debemos apretarnos el cinturón, y eso siempre requiere sacrificios, pérdidas de derechos adquiridos y “sangre, sudor y lágrimas”. Las empresas privadas ya han comenzado hace tiempo con su propio viacrucis para salvar los muebles. Ahora le toca a la administración… y si no le toca nos pasará lo que a Grecia, entraremos en quiebra técnica porque los ingresos de los impuestos no dan para mantener la superestructura funcionarial que tenemos, y entonces llegarán los retrasos de los pagos de las nóminas de los funcionarios, las huelgas salvajes, la paralización de los servicios básicos como la educación y la sanidad...
Es el momento de decidir si queremos ser un país que tira para delante con sacrificios o bien un país que se queda estancado, pero eso sí, con Congreso, Senado, Diputaciones, Ayuntamientos, Ministerios, miles de coches oficiales, miles de escoltas, miles de administrativos no cualificados, miles de oficinas del estado vacías iluminadas, limpiadas, vigiladas, calentadas y enfriadas como si se fuera a acabar el mundo mañana… pero sin medicinas para curar a los enfermos, sin clases donde educar a los españoles del futuro, sin transporte público para ir al trabajo…
Pues yo digo NO. Tu qué opinas?

R.B.G. (Madrid)

LAS HUELLAS DEL CAMINO

En los comentarios a mi último post: “El verdadero amor comienza por uno mismo” se ha generado un hermoso debate acerca de la ética del cambio personal. Un amigo nos escribía acerca de unos hechos acaecidos en la M-30 y cómo, en ocasiones, esgrimimos el “yo soy así” como la más nefasta de las excusas para no promover ese desarrollo necesario.

Amarse, decía, significa aceptarse, pero aceptar no es sinónimo de justificar. El verdadero amor también implica promover las condiciones necesarias para el cambio, aunque cada paso hacia delante, cada paso realmente significativo en esta andadura, siempre suponga una batalla frente al miedo. Un miedo sustentado en nuestra zona de confort, en nuestra ansiedad por descubrir más allá de las fronteras de lo que nosotros mismos hemos definido como posible.

En otro post escribía sobre si somos lo que hacemos o hacemos lo que somos. Evidentemente me apuntaba a la primera opción. El cambio es posible en cualquier instante, nunca es tarde ni nunca se es demasiado radical. Pero un cambio no debe sustentarse en la mera reacción proyectada. ¿Cuántas veces nos quedamos sorprendidos ante una reacción que nos desborda y que ni siquiera somos capaces de reconocer?

Por esto es fundamental aceptar que no soy la persona perfecta que me gustaría ser. Pero aceptar que no soy perfecto no significa de modo alguno eludir la responsabilidad de buscar esa perfección en mi vida. Tenemos muchas oportunidades para construir un mundo mejor, pero el cambio global no es posible si antes no aceptamos y luchamos por el cambio individual. Como ya anunciaba en “La habilidad de ser amable” podemos elegir constantemente entre alimentar nuestro yo creativo, amable, humano…o seguir alimentando ese lobo oscuro que nos hace sacar lo peor de nosotros mismos.

Me gustaría añadir también que este cambio, aunque sustentado en la decisión personal e irrevocable, no puede quedar aislado de nuestra esencia social. Definitivamente, a nuestro alrededor hay gente que nos hace ser mejores, personas más comprometidas y coherentes, con nosotros mismos y con la sociedad en general. CADA nos recordaba como una niña puede despertar en una madre esa pasión escondida por la música. La vida nos pone delante los hitos necesarios para alcanzar nuestros sueños.

No importa cuántas veces hayamos errado el camino, no importa en cuantas ocasiones hayamos besado el polvo del camino. Nunca es tarde para levantarse, para admitir que me equivoqué o para admitir que estoy en el lugar adecuado aunque los demás crean que me equivoco. Porque al contrario de lo que dice el dicho popular, quien bien te quiere no te hace sufrir, quien bien te quiere te hace superar las dificultades, te guía cuando la sombra acecha, se convierte en el faro del puerto seguro y en la boya esquiva que salva de la tempestad.



No importa cuán alejados estén de nosotros nuestros compañeros de camino. En esto, como en tantas otras cosas, las emociones son el mejor termómetro para tomar las decisiones correctas, si sabemos entenderlas. Todos tenemos la experiencia de personas que nos ayudan a enderezar nuestros pasos, aunque no siempre entendamos la forma en que lo hacen, todos tenemos personas a nuestro alrededor que de una manera u otra, nos hacen sentirnos nosotros mismos, todos sabemos quién nos acerca a sueños que jamás creímos ver cumplidos y quién, con sus críticas o sus falsos halagos, nos separan irremediablemente de esa maravillosa versión de nosotros mismos que somos capaces de alcanzar.

Hay una famosa historia de la tradición cristiana que ilustra lo que quiero expresar y que siempre me ha emocionado, referida a la conversión de San Agustín: Un día, charlaba Jesús con Agustín (antes de que se convirtiera en santo, el chico era un pieza de cuidado) y ambos veían en retrospectiva la vida del de Hipona. Jesús le indicaba las huellas de una playa al tiempo que comentaba: ¿Ves, Agustín, como siempre he estado a tu lado? Y Agustín, conmovido, vio los dos pares de huellas claramente marcados en la arena. Entonces, señalando otros tramos, replicó: Mira todos esos momentos, los más difíciles de mi vida, precisamente donde tus huellas desaparecen. Cuentan que Jesús lo miró con ternura infinita, posó la mano en su hombro, afectuoso y sonriendo dijo: Ah…esos momentos…Precisamente es cuando te llevaba en brazos.

Más allá de cuestiones religiosas, esta historia me ha conmovido siempre porque por suerte, he contado con muchas personas que han sido capaces de tomarme en sus brazos cuando parecía que me quedaba sin fuerzas para caminar. Es curioso cómo, cuando miramos hacia atrás, podemos comprobar que hay personas que desaparecen, personas que nos ayudan, personas que incluso nos hacen cambiar de vida…Pero también hay algunas, muy pocas, que más allá de las desapariciones y los cambios, han sabido respetar nuestras decisiones para estar siempre ahí o incluso para ayudarnos, por un rato, a sobrellevar nuestro paseo. Son estas personas, únicamente, las que nos ayudan a crecer, aunque a veces, simplemente, no sepamos verlo. Son las personas que nos han enseñado el significado de eso que llamamos: AMOR.

Un abrazo muy fuerte para tod@s vosotr@s, que acompañáis a Gente EduCada todas las semanas

EDU

CULTO AL CUERPO

“Ser guapo no te da la felicidad, pero te la pone al alcance de la mano” Robert Redford.

Voy estando preocupada y especialmente confusa al observar, sobre todo ahora que se observa más que se escucha, que cada vez se tiene más en cuenta, para estar en un buen nivel social, afectivo y laboral, el triunfo de la belleza sobre la inteligencia. Aquello de “tanto tienes tanto vales” habría que transformarlo en “cuánto más bello eres más cotizas”. Es sabido que entre las encuestas, incluso las callejeras, no por ello menos rigurosas, en las que se pregunta a varones si como pareja prefieren una mujer inteligente o guapa, estos son totalmente sinceros y no dudan en contestar que “guapa” y los más efusivos “que este buena”. Sin embargo las encuestadas afirman que prefieren un hombre inteligente a guapo. Pues mienten, casi todas. Y si no que se lo pregunten a ese chaval con un  cociente intelectual de 160 y digamos “poco agraciado” cómo le va en el mundillo del ligue.

Pero salvando las sempiternas divisiones de opinión entre ellos y ellas, es obvio que los que pasean cuerpazo y cara simétrica por el mundo tienen triples ventajas en cualquier campo que los demás mortales que nos desplazamos con una cara, un cuerpo, dos brazos y dos piernas. “La belleza física vale más que cualquier otra carta de presentación” decía ya Aristóteles, sin la existencia de la televisión, el cine y las cámaras digitales que ayudaran a propagar tal afirmación.

Pero volviendo a mi preocupación sobre en qué manera incidirá esta imperiosa necesidad de “estar bello” en cualquier contingencia de nuestra vida y sobretodo en la población de los treinta y tantos, que en la actualidad compone la mayoría del tejido intelectual, económico y laboral de nuestra sociedad. Podremos seguir madurando, progresando, alcanzando logros en todos los ámbitos y materias, si la mitad de nuestro potencial lo dedicamos al ejercicio físico, la dieta y por qué no a la lucha antiarrugas.  


Tengo treinta y pocos y sin pretender justificar el exagerado “culto al cuerpo” que hoy impera entre jóvenes y no tan jóvenes, rompo una lanza en su favor reconociendo que sentirse bien con tu cuerpo se completa con sentirse bien contigo mismo emocionalmente. Te da seguridad en el trato con los demás, desarrollas una concentración mental sin ambages que desvíen la atención, y si además contribuye a mejorar la salud de una sociedad que presume será centenaria pues bienvenido sea el culto al cuerpo ¡sin exagerar!.

E.G.S.
30 Años
Madrid.

CUANDO SEAS PADRE…¡¡ COMERÁS HUEVOS!!

Queridos amigos de Gente-educada,

El otro día descubrí el verdadero significado de esta famosa frase del refranero popular.

Estaba desayunando plácidamente con mi pareja en un famoso lugar de tortitas, ¡después de casi 3 años! Ya que nuestra hija esa noche durmió con los abuelos por primera vez.

Durante el desayuno, cerca de nosotros, había unos padres con dos niños. Uno con una edad parecida a la de nuestra hija y otro era un bebé. El mayor no paraba de moverse y el otro de llorar, la cara de cansancio de ambos era muy evidente y seguro que ese día se levantaron pensado “hoy desayunamos todos fuera en familia”.  ¡Joder que idea, pensarían después, no hemos podido ni tomar un café!


Madre mía cuantas veces he pasado yo por eso…, lo entendía perfectamente. Pero, cuál fue mi asombro, cuando a un niñato (no tiene otro nombre) de unos veintipocos años, le escucho gritar. “joder que se callen ya” “que desayunen en su p... casa”, pobrecito mío, él, que estaba con su churri, mirando en su súper ordenador unas entraditas para un musical. Algo que pueden y deben hacer porque, majete, ¡cuando seas padre comerás huevos! Y ahí cobra pleno sentido esta famosa frase, la cual quiere decir que, dormirás cuando tu hijo te deje, comerás cuando puedas, y, si el cansancio (y si se te levanta) te lo permite, podrás cumplir con tu mujer…

Comerás huevos no es que tu hijo hará lo que tú quieras, sino que tú harás lo que puedas cuando él te deje.

Anónimo amigo, deseo verte en el mismo lugar dentro de unos años y me acercaré para decirte…”Me voy a un musical”.

J. G. R.
34 años.
Madrid.

¿SE PUEDE HACER UNA TESIS DOCTORAL SOBRE EL HUMOR POÉTICO DE GLORIA?

La respuesta es sí y de más de 500 páginas, toda una proeza de paciencia, humor y poesía variopinta donde la haya, como Gloria. Me encontré con este documento y pensé pero qué fue de aquellas poesías, que ahora suenan a lo lejos de mi memoria de la más tierna infancia. Cancioncillas pegadizas de una abuela con voz ronca y chaleco, siempre envuelta en humo de cigarrillos ducados, y que leía con la armonía musical de un querubín jubilado.  Me pregunto ahora, que querían transmitir aquellas poesías infantiles como esta:

                                       “Un globo, dos globos, tres globos,
el mundo es un globo donde vivo yo”

Pensando ahora es una poesía matemática, y no es broma pues está catalogada como tal, al igual que:

Cuéntame un cuento de números,
háblame del dos y el tres
—del ocho que es al revés
igual que yo del derecho—.

Cuéntame tú qué te han hecho
el nueve, el cinco y el cuatro
para que los quieras tanto;
anda pronto, cuéntame.

Dime ese tres que parece
los senos de cualquier foca;
dime ¿de quién se enamora
ese tonto que es el tres?


“La oda sigue, pero si sigo leyendo, la oda será mi tormento”, ja ja ja veis amigos, esto es lo que pasa cuando lees algo  culto, pero a mi me da por reír y pensar, pero qué coño fumaba Gloria, ¿enserio ducados? Porque a quién se le ocurriría dedicar una poesía a la mosca mediterránea, esa que se posa sobre tu barbilla a la hora de la siesta, o la que revolotea alegremente junto a sus compañeras en el centro de la casa en una tarde de verano.



La mosca mediterránea
                                                     (ceratitis capitata)
 procrea en el naranjal.

En Alcira y en Angola,
y en el señor que cruza
y en aquella damisola,
                                                    en usted que me sonríe,
y aquí en una servidora;
        que bien se puede comprobar
                la existencia de “Tristeza” virocal
                                                    que amenaza el litoral.


Para terminar, os deleito con la siguiente, en un intento de realizar mi pequeño homenaje a esa abuelita poetisa que tan ricamente dedicaba sus versos, algunos de carácter social, con un toque naif pero de estilismo encontrado.

El cotorro de cacorro

(Ya llegados aquí, se podría cambia la “c” de este inocente título por una “p” y convertirla en una poesía de categoría X,  propia de los años del destape español).

El cotorro de Cacorro
nació en Madrid,
hijo de una cotorra
de Guayaquil.
La dueña del cotorro
de Cacorro
le cortó las uñas
y le hizo un gorro.
El cotorro de Cacorro
era de lo que no hay,
decía:
Contra lo "chungo"
lo "guay".
Contra lo "chungo"
lo "guay".
Así lo dijo,

Gloria Fuertes

M. G. D.
33 años
Granada

EL POR QUÉ DE CELEBRAR CON ENTUSIASMO TU CUMPLEAÑOS

Hace muchos años que mi madre me trajo al mundo un 23 de Diciembre, y haciendo memoria me acuerdo poco de mi infancia, pero de lo que si me acuerdo es que era muy difícil celebrar los cumpleaños con mis amigos del colegio, siempre nos daban las vacaciones escolares antes de esa fecha y conseguir que tus amigos vinieran a tu cumpleaños era tarea difícil… unos no podían asistir porque se marchaban fuera a celebrar Nochebuena, y otros porque sus padres tenían compromisos durante el fin de semana que les impedía acercar a sus hijos hasta mi casa, pero recuerdo que mi madre siempre preparaba unos magníficos cumpleaños a los que siempre asistían mis primos y vecinos… Los años fueron pasando y ya en la universidad montaba unas fiestas tremendas cuando se acercaban las fiestas Navideñas y de paso siempre celebraba mi nacimiento. Hasta aquí todo muy normal…



Aunque mi fecha era rara, siempre me pillaba de vacaciones y podía celebrar mi fiesta con mi gente, pero como todo en la vida, lo bueno no es eterno… y todo cambio con el inicio de la enfermedad de mi madre, el cáncer apareció en nuestras vidas me hizo madurar de una forma extraña… ya no solo celebraba mi cumpleaños porque era una celebración de mi nacimiento, también celebraba mi cumpleaños porque había pasado un año más junto a toda mi familia y amigos, 364 días maravillosos rodeado de gente que me quería y a la que yo adoraba.

Como ocurre muchas veces, aunque gracias a Dios y a la ciencia cada vez menos, el cáncer ganó la batalla y desde hace más de 11 años ya no puedo celebra mi cumpleaños junto a todos aquellos a los que quería y quiero, me falta mi madre.

Llegados a éste punto pensareis que mis cumpleaños son un momento agridulce, pero todo lo contrario. Si antes celebraba con intensidad la fecha de mi nacimiento, desde que mi madre falleció los vivo con más intensidad. Si me enseñó cosas mi madre fue a disfrutar de la vida, a dar gracias Dios por tener todo lo bueno que tengo, y una de ellas es la posibilidad y honor de celebrar que he cumplido un año más y que mis familiares y amigos quieren compartirlo conmigo.

Esta alegría de vivir intento compartirla con el resto de personas que se quejan porque han cumplido un año más, están más mayores, tienen más canas, o más arrugas, o más cargas sobre los hombros que les impiden darse cuenta que cumplir años es lo más maravilloso que puedes hacer en la vida, y entre medias 364 días para disfrutar de la vida, de disfrutar de los cumpleaños de los demás, y de recordar a los que ya no pueden celebrar lo que tú con tanto empeño celebras.

Ahora que Gente Edu-Cada ha cumplido un año quiero trasmitiros lo satisfecho que me encuentro de estar entre vuestros amigos, lo feliz que me siento de compartir mi vida con vosotros y sobretodo espero que celebremos vuestros cumpleaños y los míos muchos años más!!!

Aleeee a celebrar que estamos vivos!!!

Un beso,

R. B. G.
36 años
Madrid

CONCURSO BLOGGEROS

Estimados/as amigo/as de Gente Edu - Cada,


A continuación se publican los 4 posts finalistas del concurso. Recordad que vuestros comentarios y vuestros "me gusta en facebook" decidirán el ganador. Éste se entrevistará en persona con Edu y Cada.

Gracias a todos los participantes!!! Empieza la carrera!!!!!!!!!

Un abrazo,

Edu Y Cada

LA CRISIS EDUCATIVA EN LA COMUNIDAD DE MADRID

La polémica está servida y la calle es dueña de la misma. La indignación popular ha cobrado fuerza cuando la crisis ha puesto en entre dicho las cifras referentes a educación.

¿Qué hay de cierto en lo que publican los medios?

Como siempre, la educación sirve de polémica. Es la más grande de las armas políticas, como si pudiésemos lanzarnos los niños unos a otros a la cabeza.

Como decía la mujer del cura en los Simpson… Pero, ¿es que nadie va a pensar en los niños?



Nos llenamos la boca con la palabra enseñanza. Rematamos con vocablos como aprendizaje significativo, cooperación, inteligencias múltiples, globalizada e individualizada, competencias educativas y un sinfín de verborrea que el populacho ni entiende, ni conoce, ni quiere saber. Lo fácil, lo simple, es dejarse llevar por la masa.

Triste país lleno de expertos en fútbol y educación. ¿Para qué tener entrenadores y maestros? Ya están por ahí los sindicatos y los políticos, alimentando los instintos más básicos y confundiendo la verdad. Porque lo factible es sacar a los niños a la calle y protestar. Porque lo sencillo es gritar todos contra todos. Así es como educamos. Así es.

Eso sí, la televisión muestra debates de “expertos”. Y esos súper sabios son periodistas. ¿Cuándo fue la última vez que un pedagogo se pronunció en público? No hubo ocasión. A nadie le interesa la pedagogía. Eso no vende. Lo que vende es la polémica. Y, esa, siempre es más fácil de recordar.

Un anónimo nos ha facilitado algunas cifras que se manejan en este momento en educación en la Comunidad de Madrid. Sin ánimo de hacer reflexiones sobre ellas, las dejo aquí para vuestras propias conclusiones. Agradezco a esa persona su apoyo a nuestro blog y su colaboración:

Educación representa el 26% del presupuesto de la Comunidad de Madrid. Uno de cada tres colegios públicos es bilingüe. En este curso han entrado en funcionamiento 19 nuevos colegios públicos, 4 institutos, 37 escuelas infantiles y 6 colegios concertados. La plantilla de profesores este curso es de 20232 frente a los 21457 del año pasado. La pérdida de alumnos en secundaria ha sido de 6625 y en bachillerato de 6648.

Y mientras los auténticos conocedores de la materia nos llevamos las manos a la cabeza alarmados por un sistema que ni funciona ni engancha, el resto continua siguiendo a la masa. Posicionarse ya no se lleva. Otros fueron los tiempos de la Revolución Ilustrada

CADA.

A DIOS PONGO POR TESTIGO QUE NUNCA VOLVERÉ A PASAR HAMBRE

Cuando alguien hace un par de días me preguntó: “¿no te das cuenta de que todas las situaciones las llevas al límite?”, casi hasta me ofendí. No es cierto. Soy más que paciente con muchos asuntos. Pero luego, al explicarse mejor, entendí la verdad que había en esa pregunta. Se trataba precisamente de eso. De aguantar demasiado en determinados aspectos que debería haber cortado antes. Y cuando ya has llegado hasta el final, la situación sólo invita a ser drástica.

El consiguiente comentario fue: es increíble cómo te sobra iniciativa para algunas cosas y te falta para otras…

Bien, supongo que yo, Cada, parezco esa persona rebelde por naturaleza que hace de su capa un sayo. Una inconformista sin límites que puso en su boca las palabras de Scarlett O´Hara: A Dios pongo por testigo que nunca volveré a pasar hambre. Soy la que vive hasta el último minuto exprimiendo vida y la que siempre aconseja a sus fieles seguidores que no se detengan ante nada.


Hace mucho tiempo le recomendé a un alumno de 17 años que jamás dejase de hacer algo sólo porque le faltase el dinero. Los medios materiales no son un freno para mí. Todo puede conseguirse de algún modo.

Pero, en ocasiones, me enfrento a mis propias encrucijadas. Preguntarme quién soy y a dónde me dirijo, es una constante en mi vida. Entre mis escapadas para saborear la vida y mis momentos de retorno adolescente, hay algo llamativo. En realidad, mantengo ciertas constantes. Hace un tiempo que me planteo que los retos que puedan suponer un cambio radical, empiezan a darme miedo. Supongo que a todos nos pasa, vivir un momento en el que somos incapaces de afrontar y sólo dejamos que las cosas se muevan a nuestro alrededor, para observarlas desde fuera. Así, si no tocamos nada será como si nada pasara. Esto es falso. El universo siempre confabula contra ti. Cuando quieres darte cuenta estás tan metido que no puedes seguir haciendo como que no te das cuenta.

A veces pienso que yo lo he aguantado todo, lo he intentado todo, he luchado contra todo y, sin embrago, aún no me he mirado a mí misma.

¿Sabemos, acaso, mirarnos a nosotros mismos? ¿Estamos seguros de qué es lo mejor en cada momento?

Ayer escuché en boca de una compañera de trabajo una de las realidades mejores que he oído: “Elige las personas de las que quieres rodearte, porque es la única cosa en la vida que de verdad puedes elegir y depende de ti.”

No podemos elegir a quién querer, pero sí a quién hablar. Entonces, ¿por qué soportamos a nuestro alrededor gente que no deseamos tener cerca?

Aguantamos mucho más de lo que creemos. A veces se trata de un familiar. No debería ser así. La sangre no tiene que atar más. Otras, es un amigo pesado.

Al final, todos somos más incapaces de dejar de soportar de lo que creemos. Por las razones que sean.

Yo, Cada, soy esa persona que declara la monotonía un infierno y que sin embargo siente llevar encerrada en la misma vida más de 10 años.

Liberarse de ataduras no es sencillo porque la primera cadena que nos amarra somos nosotros mismos. Y, desde luego, no se puede tener un miedo más atroz que a la propia persona. Porque cuando volvemos sobre nuestros pasos puede producirnos terror creer que nos hemos equivocado.

Si te prometes no volver a pasar hambre, al más puro estilo de Lo que el viento se llevó y, resulta, que a continuación tienes que rasgarte las vestiduras, acabas por imperar que la monotonía era lo mejor que podía haberte pasado.

No es un problema de llevar todo al límite. Es falta de valor. Pero no por afrontar lo que venga, sino por no saber realmente ni lo que quiero ni lo que soy…

CADA.