MINDFULNESS: UNA HERRAMIENTA PARA LA SALUD INTEGRATIVA

Esta semana, nuestro consejo de salud integrativa continúa en la vertiente de las técnicas de desarrollo mente-cuerpo para hablaros de Mindfulness. Es una palabra que viene a significar “conciencia plena” o “atención consciente”. Es decir, es la práctica adecuada para desarrollar la habilidad de estar haciendo ahora lo que tengo que hacer con todos mis recursos disponibles, físicos y mentales.

¿Cuántas veces nos quejamos de que no tenemos tiempo?¿Cuántas veces nos dejamos arrastrar por el estrés?¿Cuántas veces no sabemos qué es lo que pasa en nuestro interior o estamos pensando en lo que tenemos que hacer más tarde sin dedicar ni un solo momento de atención a lo que nos traemos entre manos?

El mindfulness nos ayuda a dejar de vivir con el piloto automático y eso hace que empiecen a generarse en nuestra vida nuevas oportunidades:

Fomento de la responsabilidad individual.- Muchas veces nos quejamos de las situaciones que tenemos, pero en esa queja nos perdemos la oportunidad de cambiar nuestras circunstancias. La práctica de mindfulness nos ayuda a retomar las riendas de nuestra vida, para empezar a hacer lo que tenemos que hacer, independientemente de lo que sucede a nuestro alrededor.

Desarrollo de la motivación.- Cuando le doy un significado y un sentido nuevo a todas las tareas que emprendo, todo lo que hago se convierte en significativo. Cualquier tarea es digna de realizarse si soy consciente de que esa tarea me lleva en la dirección correcta. Así, empiezo a disfrutar de todas mis tareas cotidianas, puesto que las vivo desde otra óptica distinta

Gestión del estrés.- Muchas veces, cuando nos sentimos desbordados, pensamos que la solución está en hacer más, cuando en realidad, se trata de desbrozar tareas y comenzar a realizar las que de verdad nos conducen a nuestros objetivos. Si dejamos de fijarnos en la cantidad de tareas que llevamos a cabo, para comenzar a realizar acciones de calidad, alcanzaremos nuestras metas con mayor satisfacción.

Si nos paramos a pensar cuántas veces nos sentimos abrumados y es la propia sensación de no llegar la que hace que nos alejemos de nuestros objetivos, llegaremos a la conclusión de que una herramienta para manejar mejor el estrés, fácil de aprender y que puede usarse en cualquier circunstancia, es el mejor aliado para lograr una vida más plena.

Bienestar emocional.- Qué duda cabe que todos buscamos ser felices, lo que hacemos, lo que pensamos, la gente con la que nos relacionamos, absolutamente todo lo que hacemos en la vida, es un intento de lograr la felicidad. Cada cual tendrá su propia definición de felicidad, pero todos estaremos de acuerdo en que para lograrla hemos de generar coherencia entre lo que pensamos, deseamos y hacemos. El mindfulness nos ayuda a lograr esa coherencia y por tanto, es una herramienta directa para alcanzar la felicidad.



Para terminar, os dejamos una pequeña práctica que ya es un clásico en el ámbito del mindfulness: Comer con conciencia.

Muchas veces, las acciones más cotidianas y rutinarias se convierten en una excusa para hacer cualquier otra cosa, para evadirnos de nuestra propia realidad. El momento de comer es una de ellas. Pocas veces atendemos a lo que comemos y simplemente engullimos lo que tenemos delante. Esta práctica nos ayudará a recuperar el “sabor” de nuestra vida.

1.- Elige un alimento, el que quieras. Obsérvalo, su color, su forma, en este momento no hay nada más. Es el momento más importante del día. Ahora es el único instante que existe

2.- Coge el alimento, presta atención a su textura, suave, rugosa, lisa…Trata de poner toda tu atención en la sensación táctil que te produce.

3.- Ahora coge un pequeño trozo. Trata de mantener toda tu atención en las sensaciones que te genera, el sonido al crujir, el olor que despide…

4.- Introduce ese trozo en tu boca, saboréalo, trata de atender a todos los sabores y matices, siente como tu boca se llena de saliva, el movimiento de las mandíbulas al masticar, el cambio de textura que sufre el alimento durante la masticación…No existe nada más, sólo ese pequeño acto. Traga. Siendo consciente del movimiento del esófago, de cómo llega el alimento al estómago. Trata de mantenerte atento a todas las sensaciones corporales que produce.

Ahora, repite los pasos. Probablemente, esta práctica cambiará la percepción que tenías de ese alimento y te demostrará que cualquier acto, por simple o rutinario que parezca, puede ser una oportunidad para generar un bienestar que no esperabas.

Que disfrutes de este consejo y os deseamos una semana llena de salud y bienestar


EDU y CADA

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