TIEMPO PARA PENSAR

Cada acaba de regresar de sus vacaciones veraniegas y está a punto de ponerse a trabajar. Pronto tendremos el honor de conocerla y que ella misma nos cuente en qué consiste este proyecto de Gente Edu-Cada. Por ahora confiesa "Quiero darle al blog un aire personal y que tanto Edu como yo podamos hablar libremente de anécdotas e invitaros a comentarios".



En este sentido, Cada reconoce que ha podido pensar un poco durante sus vacaciones y aprovecha la ocasión para enviarnos una carta que os transcribimos a continuación:

Es curioso cómo son las vacaciones para según qué personas. La gente elige playa, montaña, circuitos por Europa, Caribe, etc... Da igual! Todo el mundo comparte una máxima: "DESCONECTAR". La gente, en general, quiere sus vaciones para desconectar. Pero yo me pregunto... Desconectar, de qué?

Mayoritariamente buscamos relax. Quiero olvidarme del trabajo y relajarme completamente. Sin embargo, hablando con unos y con otros he podido observar que hay algo mucho más profundo en esas desconexiones. Todos HUIMOS de algo. ¿Sabes? Es como esa mesa de la oficina que está llenísima de papeles y que nunca logramos poner al día. El trabajo se acumula y acumula y llega un día que uno se levanta pensando si no sería mejor tirar la mesa y comprarse una nueva. ¿Empezar de nuevo? Parece que cada vez hay más personas dispuestas a "tirar la mesa". Últimamente todo el mundo conoce a alguien que lo ha dejado todo y se ha ido al medio de la selva dispuesto a vivir en una choza sin agua. ¿Por qué? Pues porque las vacaciones, más que para desconectar, sirven para pensar. Si hemos tenido tiempo, si nos hemos podido concentrar, probablemente nos hemos preguntado en alguna ocasión "qué clase de vida llevo" y si "la quiero cambiar". ¿Me satisface mi trabajo? ¿Me gusta mi casa? ¿Estoy bien con mi pareja actual?

Estrés. Esa es la clave. Una vida llena de estrés acaba por colmarnos de insatisfacciones. ¿Qué podemos hacer? Hace tiempo creí que darme un corte de pelo al volver de las vacaciones era una gran idea. Después, llegué más lejos: "Tengo que pintar la casa de otros colores". Este año, creo que voy a probar a mudarme. En ocasiones, emprendemos nuevos proyectos como asistir a clases de guitarra o cambiar de profesor de inglés; pero con el paso de los años se va generando en nuestro interior una especie de incomodidad que acaba por crearnos un enorme malestar. ¿Es entonces el momento de tirar la mesa? No lo sé. Si alguien lo sabe, que me dé las claves. Pero por desgracia creo que desde tiempos remotos el hombre, y la mujer, va en busca de la felicidad. ¿Alguien la ha encontrado?

Entretanto tendremos que vivir como podamos: un corte de pelo, pintura nueva, clases de guitarra o, incluso, una mudanza.

¿Lo has hecho? ¿Has pensado este verano?
Yo, le he dado mil vueltas y, a veces, pienso que soy incapaz de satisfacerme por completo. Otras, pienso, quizá aún no he encontrado eso que me haga sentir que mi vida es plena.

Y ya ni sé si debo buscar o esperar...

No hay comentarios:

Publicar un comentario