LA TEMIDA CENA DE EMPRESA

Existen tres indicadores de que la Navidad está muy cerca. El primero de ellos comienza cuando de pronto lo anuncios de la televisión se multiplican como los panes y los peces y reaparecen anuncios de juguetes, colonias, cavas y turrones. El segundo indicador es el encendido del alumbrado navideño. De pronto vas caminando por la calle y ves un montón de bombillitas sobre tu cabeza y piensas ¿ya? ¡Pero si aún falta mucho! Aunque, al parecer, no quedaba tanto, porque cuando menos querías darte cuenta ¡zas! Te informan de la fecha de la cena de empresa (el tercer indicador).

Desde el día en que se conoce la fecha y hasta la noche en cuestión, circulan un montón de comentarios entre los compañeros y compañeras. Lo que se pondrán, cómo irán para no llevar coche, cuánto van a comer, etc. Lo que no le preocupa a nadie es ni cómo volver ni cuánto beber. Ambas cosas están claras: ni idea de cómo volver, pero para qué pensarlo si después nunca me acuerdo de cómo he llegado a casa. ¿Cuánto beber? Esa pregunta ya ha quedado contestada, ¿verdad? ¡Paga la empresa! ¡Hasta el agua de los jarrones!

En relación a las cenas de empresa, está el anecdotario lleno de mitos, de historias inverosímiles y peor aún: de momentos que es mejor haber olvidado por los efectos del alcohol, porque si nos acordásemos…

Afortunadamente, los jefes optan por una de estas dos opciones: o irse nada más cenar o ser el que más bebe. Creo que esto ya está estudiado de antemano. Es una especie de estrategia de las organizaciones modernas, porque si fuese de otra manera, al día siguiente tendrían que despedir a más de media plantilla y a ver qué íbamos a hacer…

Llega el día. La gente va apareciendo poco a poco en el restaurante y el ambiente está más bien frío. Alguien comienza pidiendo una cervecita, pero sin alcohol, que sólo es para ir haciendo tiempo. Algún gracioso de turno emprende un comentario más o menos jocoso para ir rompiendo el hielo.



Por fin está todo el mundo y nos sentamos a cenar. Y ahí si que sí. El vino empieza a correr a litros. De pronto hace un calor… Los comentarios jocosos se vuelven pícaros y las anécdotas de clientes y otros años van de un lado al otro de la mesa entre risas y nuevas historietas.

Para los que aún tengan cuerpo, la noche es joven. Es en esta parte de la fiesta donde están los mejores sucesos. Primero porque si te has ido nadie te los va a contar al día siguiente y, segundo, porque la noche es muuuuy peligrosa y “todo lo confunde”. Seguro que ya te estás acordando de algo que ocurrió el año pasado, verdad? Por ejemplo, cuando tu compañera se confundió de servicio y abrió la puerta del baño masculino y hablaba mirando hacia la barra mientras sujetaba la puerta abierta y todo el "bareto" veía el interior de los urinarios y a los sujetos que hacían uso de ellos. O cuando se liaron dos compis de los cuales uno está casado y lo peor es que se creyó que en realidad estaba con otra. O lo mejor, cuando vino el marido de una a buscarla en pijama…

Para todos aquellos que tengáis la suerte de disfrutar una cena de empresa, apreciadla. La crisis ha recortado el número de celebraciones en muchos casos y ha disminuido el gasto del evento en otros. Si eres ese afortunado o afortunada que sí va a cenar a cuenta de la empresa, aprovecha para desvariar un año más. Sé de casos donde este año no se hará la clásica pregunta previa ¿carne o pescado? Porque no habrá ni una cosa ni otra. El año pasado la minuta decía algo así como: Entremeses ibéricos, tortilla española, revuelto de gulas y gambas. Merluza a la vasca o Entrecot a la gallega. Tarta. Café. Cava. Y todo regado de Rueda y Rioja Reserva. La casa, además, invita a una copa nacional o importación.

Este año, para empezar, no hay minuta. El menú consiste en entrantes españoles (mortadela y pavo), tortilla francesa, revuelto de patata y huevo. Calamares rebozados. Café. Sidra “Día”. Y todo acompañado de una copa por cabeza de Don Simón. La casa invita a nada. ¿A qué va invitar con lo poco que se ha gastado tu cutre empresa este año? Pero no importa, ya nos emborracharemos luego en el pub de la esquina con unos copazos de garrafón.

Por supuesto, lo peor de la cena de empresa no es la cena. Ni siquiera las copas. Lo peor no es tener que aguantar a compañeros y jefes con una sonrisa. No es mantener la compostura para luego perderla. Lo peor de todo es la RESACA del día después. Y eso si no añadimos que te has podido despertar en un banco del parque, tapado con un periódico, durmiendo con un mendigo y sin cartera!!

Y aún así, si la suerte te lo permite, repetirás al año siguiente. Y mientras te vas a casa dando tumbos entre las farolas y con los ojos sólo entreabiertos para admirar el despertar del alba entre la niebla, pensarás: “Ahora sí que queda inaugurada la Navidad”…


CADA.

5 comentarios:

  1. Esta vez no... esta vez no estoy en absoluto de acuerdo contigo... en el faltan muchas cosas, en él falta el compadreo que se forma con tus compañeros con los que normalmente tienes poco trato, te falta el acercamiento en ese abismo entre el super-jefe y los empleados de base, que se sientan en la misma mesa y comparten lo que se haya podido permitir la empresa cada año, te falta ese sentimiento de que pase lo que pase en la empresa, pase lo que pase entre departamentos o entre dos compañeros que se llevan mal... ese día se intenta suavizar... me niego que estando tan cerca de las navidades nos queráis vender que la cena de Navidad es solo para comer y beber a cargo de la empresa, creo que es una oportunidad única de confraternizar con aquellos con los que pasas muchas horas en el trabajo y que por motivos familiares ni si quiera te puedes tomar una caña el resto del año. En mi empresa éste año no habrá comida de navidad, pero seguro que buscaremos alguna solución para juntarnos todos alrededor de 4 botellas de sidra, 3 bolsas de patatas de marca blanca y un kilo de polvorones, para recodarnos que aún estamos juntos, que aún mantenemos el trabajo y que sobretodo que hemos llegado hasta aquí con el esfuerzo de todos los compañeros!!!

    Un fuerte abrazo a los lectores y os deseo de todo corazón una Feliz Pre-Navidad!!!

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  2. Vaya, me he quedado de una pieza! No era esa, en absoluto, mi intención. Siento que se me haya malinterpretado tanto; de hecho pretendía justo la imagen contraria que te he dado. Quería que la gente apreciara la cena de empresa y no todo lo que se habla de ella que sé que es más sarcasmo que otra cosa. Quizá tenga que medir mi sentido de la ironía...

    Agradezco mucho tu comentario. Ahora no sé si debería replantearme el próximo post...

    Felices Fiestas a tí también y ánimo con la cena alternativa!!

    CADA

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  3. Que no, que a lo mejor soy yo que estoy muy susceptible... y sobretodo quería dar otro punto de vista... el entrañable... ves ya hemos creado una polémica y para eso estan los blog´s no????

    Un abrazo CADA!!!

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  4. En mi cena no guardamos la compostura ni al principio, jeje, antes quedamos para tomar cañas, mi jefe es le primero que se pone a beber y el ultimo en irse, y anima a que bebamos lo que nos de la ganas, tengo la suerte de que somos 20 y nos llevamos genial ,hacemos regaliro de amigo invisible y eso se prepara un mes antes con toda la ilusion del mundo, como si le compraras el regalo a un hermano, es uno de los dias mas esperados del año, salimos, cenamos, nos reimos, nos lo pasamos genial, afortunadas somos que seguimos teniendo cena y en un sitio estupendo y ademas nos dan hasta cesta¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡poco de eso queda ya¡¡¡¡¡y eso si, anecdotas graciosas todos los años, pero lo mejor es que ese dia recordamos todas las anecdotas que han pasado a lo largo de todo el año¡¡¡¡¡¡y bueno, a todos los que no tengais cena de empresa, montar una alternativa, que ese dia es estupendo¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡besos educados¡¡¡¡¡genial post como cada semana Cada, Feliz Navidad¡¡¡¡

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  5. Efectivamente Cada, las cenas de empresa son un despelote!! ¿Cuántos amargados hay que esperan ese día como si fuera el único que salen? Pues muchos! Pero…también es cierto que es un día genial para limar asperezas, acercar posturas y conocer un poco más a esa persona que pasa con nosotros el día a día, de una manera mas afable.
    FELIZ NAVIDAD A TOD@S!!

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